Las obras de la Plaza de los Estudios, en Amara Berri, han recobrado ritmo y cabe esperar que terminen durante el primer trimestre de 2023, antes de la primavera.
La Concejala de Proyectos Urbanos, Duñike Agirrezabalaga, ha señalado que “tras el parón que alteró el cronograma de las obras, los trabajos de la parte municipal avanzan ahora a buen ritmo y la conversión de esta plaza en un espacio fundamentalmente peatonal será realidad en poco más de medio año”.
Hace casi nueve meses, cuando se levantó el pavimento de la plaza, se observaron grietas y daños estructurales en el techo de los garajes propiedad del vecindario que se ubican en el subsuelo de la plaza. Se alcanzó entonces el acuerdo para que dichas comunidades arreglasen sus garajes, así como mejoraran la impermeabilización de los mismos.
Una vez completado ese arreglo, el Ayuntamiento retomó el proyecto de rehabilitación de la plaza, que tiene una superficie de 3.200 metros cuadrados y una forma de triángulo entre las calles Felipe IV, Balleneros y Eustasio Amilibia.
Ya en uno de los lados de ese triángulo, el que da a la calle Eustasio Amilibia, se han colocado el suelo de hormigón cepillado, rugoso para evitar deslizamientos, y las cenefas de color negro. En otro de los laterales, el que desemboca en Felipe IV, se avanza en las labores de impermeabilización y próximamente se colocará el encofrado correspondiente para posteriormente verter el hormigón.
Queda rematar en todo el paño de acera que recorre la plaza pegado a los edificios, donde habrá que levantar el pavimento y coordinar con los propietarios de los garajes la colocación de tela asfáltica que garantice la
impermeabilización de esos tramos.
El proyecto que se está ejecutando fue diseñado por FRL Arquitectos y tiene programada una plaza con menos coches aparcados y más espacio para los peatones.
En la parte central, más elevada, se sustituirá el anterior cierre y escalón por un graderío que puede ser usado también como espacio para sentarse.
Hay dos rampas de acceso a esa zona, que dispondrán de una pendiente del 8%, y se crea una zona nueva de juegos infantiles. Además, los viejos accesos al parking, que eran cerrados y de hormigón, se sustituyen por unos nuevos de cristal y acero más vistosos. El presupuesto de este proyecto es de 704.258 euros.
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