(EFE). La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), una afección vírica infecciosa que afecta a rumiantes salvajes, sobre todo ciervos, pero también a domésticos, como ganado bovino, ovino y caprino, se extiende por Gipuzkoa, donde ya hay «un centenar» de vacas contagiadas y «varios» ejemplares «muertos».
La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, ha ofrecido estos datos en una rueda de prensa en San Sebastián en la que ha querido trasladar un mensaje de «tranquilidad» a la ciudadanía ya que, según ha recalcado, la enfermedad no afecta a la carne y tampoco a los seres humanos.
Responsables de la Diputación de Gipuzkoa y del primer sector del territorio mantuvieron este lunes una reunión de urgencia ante el repunte de casos de esta enfermedad en las ganaderías, especialmente en la zona de Deba y Urola, ha detallado.
Berasaluze ha precisado que la enfermedad se propaga de forma «rápida» entre el ganado, pero ha recalcado que los animales se recuperan fácilmente siempre que el diagnóstico llegue a tiempo y se suministre el tratamiento adecuado.
Habilitada una partida especial
La Diputación de Gipuzkoa ha destinado una partida especial para sufragar los gastos que pueda generar la enfermedad, que la Diputación augura que afectará finalmente a la «gran mayoría» del ganado vacuno del territorio.
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, también conocida como Enfermedad Hemorrágica del Ciervo, es una patología vírica infecciosa no contagiosa transmitida por los mosquitos y que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, principalmente al ciervo y al bovino.
No obstante, esta enfermedad no es una zoonosis y por tanto no afecta al ser humano. Se detectó por primera vez en España en noviembre del año pasado y se está extendiendo en las últimas semanas por granjas de bovino desde el sur hasta el norte del país.
Esta dolencia provoca cuadros respiratorios y puede llegar a afectar al aparato reproductivo de los animales, derivando en abortos o en el nacimiento de animales más delicados.
Una circunstancia, esta última, que puede generar repercusiones económicas para los ganaderos, al crear un mayor gasto veterinario mientras disminuye la producción y tienen lugar abortos e infertilidad.
En cualquier caso, no perjudica a la calidad de la carne, pero en los casos más graves puede provocar mortandad en el ganado vacuno como ha ocurrido con «varios» ejemplares en Gipuzkoa, donde «quizás» en algunos casos «no se ha dado a conocer a tiempo la existencia de la enfermedad», ha concluido la portavoz foral.
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