(Roberto Cubero/EFE). La presencia de la mujer en la política vasca dará otro paso adelante en las elecciones del 28 de mayo, con la que será la primera alcaldesa en una capital, Vitoria, ya que todas las principales candidatas son mujeres, y probablemente también con las primeras diputadas generales.
Desde las primeras elecciones municipales, el porcentaje de concejalas no ha dejado de subir: si en 1979 eran el 7,1 % del total, en las de 2019 llegaron al 46,3 %, según los datos del Gobierno Vasco.
Lo mismo ha sucedido con las alcaldesas, que han pasado a ser del 1,3 % al 30,2 %. Sin embargo, no ha habido nunca una alcaldesa democrática en ninguna de las capitales. Durante el franquismo, Pilar Careaga fue alcaldesa de Bilbao, pero en democracia los elegidos en las tres capitales han sido todos hombres.
La racha se va a romper este año, puesto que en Vitoria habrá una alcaldesa. Las candidatas de los cinco principales partidos son todas mujeres: Beatriz Artolazabal (PNV), Maider Etxebarria (PSE), Rocío Vitero (EHBildu), Ainhoa Domaica (PP) y Garbiñe Ruiz (Podemos).
Actualmente, el municipio más grande con una alcaldesa es Barakaldo, con Amaia del Campo (PNV), que opta a la reelección.
También en las Juntas Generales el porcentaje de mujeres procuradoras ha ido aumentando con el tiempo: En 1979 suponían el 6,1 % del total mientras que en 2019 son mayoría, el 54,2 %.
Sin embargo, hasta el momento no ha habido ni una sola diputada general, una trayectoria que probablemente también se romperá este año.
Según los sondeos, Elixabete Etxanobe (PNV) tiene grandes posibilidades de ser diputada general en Bizkaia, un territorio en el que este partido roza la mayoría absoluta.
También en Gipuzkoa es probable que haya una diputada general, ya que las dos candidatas a priori favoritas son Eider Mendoza (PNV) y Maddalen Iriarte (EH Bildu).
La ley regula la paridad electoral en la composición de las candidaturas. Así, supone en las elecciones municipales una presencia equilibrada de hombres y mujeres de no más del 60 % ni menos del 40 % de cada género en tramos de 5 candidatos/as.
La única excepción es en las elecciones locales en los municipios con un número de residentes igual o inferior a 3.000 habitantes, en los que no se exige ningún tipo de paridad electoral.
En cambio, en las elecciones a Juntas Generales las candidaturas requieren una presencia equilibrada de hombres y mujeres con un mayor alcance, ya que se exige un 50 % de cada género en tramos de 6 candidatos.
Deja un comentario