El Museo Balenciaga ha alargado hasta el 6 de noviembre la exposición ‘Tom Kublin para Balenciaga. Una colaboración inusual’, en que pone en valor la relación profesional entre el modisto y el fotógrafo Tom Kublin durante más de dos décadas de trabajo conjunto.
El fotógrafo Tom Kublin (Zalaszentgrot, 1924 -Locarno, 1966) desarrolló una corta pero intensa vida profesional entre Zúrich y París una vez finalizada la II Guerra Mundial.
En esos años el arte de la fotografía empezaba a presentar la moda desde perspectivas y marcos, que, en ocasiones, diluían el carácter innovador y la habilidad técnica que la alta costura requería. En este contexto Tom Kublin realizó, para prestigiosas revistas, fotografías de diseños de Balenciaga que mostraban, sin distorsiones, el gusto y la pericia del modisto.
Además, la casa Balenciaga, como era costumbre en el sector de la alta costura parisina, solía documentar con fotografías los diseños de las colecciones por razones de protección de su copyright. A partir de comienzos de la década de 1960, este trabajo se extendió a la filmación de las colecciones de Balenciaga.
La exposición presenta, con más de 100 fotografías y 5 extractos de películas, una selección amplia y representativa de la extensa producción de Kublin sobre Balenciaga, desde todas estas perspectivas.
La muestra cuenta con la colaboración de los Archivos Balenciaga de París, el Museo Nacional de Suiza y el Museo de Diseño de Zúrich.
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