Con meses de retraso a causa de la pandemia la Iglesia Evangélica de Amara celebró hace unos días y fuera de su sede habitual su 45º aniversario con dos actos en que reunió a 200 fieles cada día manteniendo las distancias correspondientes. Durante la celebración se dedicó un tiempo especial a honrar a las personas que a lo largo de estos meses de pandemia se han esforzado por «cuidar, acompañar, consolar y servir».
El pastor Borja Ascondo explicó que el lema para la celebración fue ‘Huellas’, «dando pie a recordar estos 45 años de vida y a animar a continuar haciendo historia siguiendo el camino de Jesús».
Son entre 350 y 400 fieles los que acuden a la sede amaratarra de la Iglesia Evangélica. Recientemente Ascondo explicó a DonostiTik que entre Donostia y las localidades más cercanas hay 15 iglesias evangélicas “y la de Amara fue de las primeras”.
El perfil de los miembros de esta iglesia es variopinto. “Hay familias muy asentadas en el barrio, yo llevo 30 años aquí, por ejemplo, mientras hay gente nueva que se incorpora. Hay bastantes inmigrantes y somos de todas las edades”. Azkondo es bizkaino y es uno de los tres pastores que hay en Amara.
El traslado a una sede más apropiada es el principal reto que enfrenta la congregación, que a día de hoy está instalada en Ferrerías. “Este local que tenemos en propiedad mide 164 metros cuadrados, pero la distribución es poco coherente para nuestras actividades”. En su momento ya trataron este problema con el alcalde Eneko Goia.
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