Efectivos de la Guardia Civil que participaban en un dispositivo de control en el marco del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista interceptaron el pasado 5 en el término municipal de Mañaria (Bizkaia) una furgoneta con matrícula holandesa que se dirigía por la carretera BI-623 en dirección a la AP-8 y que portaba 245 kilos de hachís.
Debido al gran tamaño de la furgoneta y al tratarse de un itinerario secundario los agentes identificaron al conductor, un ciudadano holandés de origen marroquí, y llevaron a cabo el registro del vehículo. Los guardias civiles hallaron en la furgoneta un doble fondo de gran tamaño en cuyo interior se ocultaba la droga. Localizaron ocho bultos en total, seis de ellos con un peso aproximado cada uno de 35 kilogramos, y dos de menor tamaño con un peso aproximado de 17 y 18 kilogramos. Todos con hachís. La sustancia incautada podría haber alcanzado en el mercado ilegal un precio superior a los 390.000 euros y, según las primeras investigaciones, el destino final de la droga era Holanda.
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