La Fiscalía de Gipuzkoa ha acordado incoar diligencias de investigación por el incendio forestal que tuvo lugar los días 20 y 21 de febrero en la comarca del Bidasoa al estimar que son constitutivos de un presunto delito. La decisión responde a una denuncia presentada por Eguzki y también a un informe de la Diputación.
Tal y como han manifestado diversos alcaldes y otros cargos públicos, existen suficientes indicios para pensar que el incendio o los incendios, que arrasaron casi 2.000 hectáreas en Navarra, Gipuzkoa y Lapurdi, fueron provocados. De hecho los municipios labortanos afectados también han iniciado ya la vía penal.
La mayoría de las zonas afectadas tiene en común su naturaleza pública y la presencia de un uso ganadero, por lo que podría iniciarse esa línea concreta de investigación.
«Lo cierto es que, en la Euskal Herria del siglo XXI, la práctica neolítica de dar fuego al monte sigue siendo común», advierte Eguzki.
«El daño que estos incendios causan a la biodiversidad es tremendo. Baste pensar que, entre los lugares más perjudicados en los que tuvieron lugar los incendios en febrero se encuentran tres de la Red Natura 2000, concretamente, las Zonas de Especial Conservación (ZEC) del macizo de Larrun y Xoldokogaina, del río Bidasoa y de Aiako Harria».
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