(EFE). La Fiscalía de Gipuzkoa ha archivado provisionalmente la investigación que abrió el pasado noviembre a raíz de la muerte de un azor (Accipiter gentilis) abatido en el monte Jaizkibel (Hondarribia) pues, a pesar de los «indicios» de la posible comisión de un delito contra la fauna, no ha podido determinarse la autoría de los hechos.
La muerte de este ave rapaz protegida fue denunciada por el colectivo ecologista Eguzki ante el Ministerio Público, que incoó unas diligencias de investigación que permitieron determinar la posible comisión de un delito medioambiental, ya que la necropsia practicada al azor constató que el animal «falleció por un disparo que le impidió ingerir comida y bebida» lo que desembocó en su muerte «por inanición».
En un decreto, al que ha tenido acceso EFE, la Fiscalía recuerda que el azor está incluido en el catálogo vasco de especies amenazadas con la categoría de «rara», además de contar con una «protección especial» y figurar en el listado de animales «no cazables» en Gipuzkoa.
A pesar de estos datos, el documento de la Fiscalía explica que no existen en el caso «indicios de la autoría» de los disparos, dado que en la zona en la que fue localizada el ave «no hay puestos de caza», y los testigos a los que se tomó declaración no aportaron información sobre el origen del disparo ni la identidad del autor.
Recuerda, en este sentido, que «el disparo que a la postre acabó con la vida del animal se produjo» antes de que se localizara su cadáver y «no necesariamente en el lugar del hallazgo», por lo que «no cabe relacionar» el sitio en el que fue encontrado con el punto en el que recibió el tiro.
«Se acredita la muerte -de un ejemplar- de una especie protegida que ha sido tiroteada, pero no sabemos quién disparó, dónde y cuándo«, precisa el decreto, que por lo tanto sobresee provisionalmente las actuaciones por «falta de indicios de autoría», si bien las remite al Juzgado de Instrucción de Irun hasta que se recaben indicios que eventualmente permitan su reapertura.
Deja un comentario