(EFE). El artista británico Thomas J. Price nunca ha expuesto su obra en España. Ahora lo hace por primera vez en Chillida Leku, en cuyas campas se podrá contemplar hasta el 30 de mayo una de sus esculturas monumentales, «Reaching Out», que muestra a una joven negra mirando la pantalla de un móvil.
Esta pieza, de bronce al silicio y de casi tres metros, es la segunda «obra invitada» del museo consagrado a Eduardo Chillida, tras el paso por el recinto de Hernani de «Eye Benches III», de Louise Bourgeois en 2020 y 2021.
La galería suiza Hauser & Wirth, que gestiona el museo desde 2017, organizó el pasado verano en su local de Somerset, en el Reino Unido, una exposición dedicada a Chillida y otra a Thomas J. Price, lo que dio la oportunidad a sus responsables de «sentir el diálogo» entre dos creadores aparentemente contrapuestos, entre la abstracción del primero y las propuestas figurativas del segundo.
«Utilizan técnicas diferentes, con resultados muy distintos, pero apreciamos un claro puente entre ellos con valores como la tolerancia o la diversidad. Por ese motivo nos pareció una propuesta interesante para que los visitantes del museo puedan descubrir a este artista contemporáneo y conocer su obra en relación con Chillida», ha dicho la directora de Chillida Leku en rueda de prensa, Mireia Massagué.
Esa coincidencia de espacio y tiempo ha hecho posible, por tanto, la presencia en el museo vasco de una escultura con la que su autor reivindica la gran escala para dar cabida a lo cotidiano y a la marginalidad.
La pieza conecta con la de la enfermera Mary Seacole del Martin Jennings, que fue la primera escultura pública en representar en Europa a una mujer negra y que se encuentra en el barrio londinense en el que creció Price, nacido en la capital inglesa en 1981.
Este creador ha acudido a Gipuzkoa para presentar su obra junto a Massagué y el presidente de la Fundación Chillida-Belzunce, Luis Chillida, quien ha destacado el interés que tiene observar la «contraposición» entre estos dos creadores porque «todos los caminos son válidos en el arte».
Para Price, es «un verdadero placer» entrar en el universo Chillida y poder experimentar y comprender «el amor y la fascinación» que, como él, el escultor vasco sintió por los materiales y la gran escala.
El artista londinense ha asegurado que es un «desafío» pero a la vez algo «muy gratificante» poder llevar al espacio público esculturas de gran tamaño, y en una material «noble» como el bronce, que no representan, como suele ocurrir con las grandes estatuas, a «hombres importantes».
En el caso de «Reaching Out» es una joven negra como él, vestida con ropa informal, que «puede representar a las personas marginadas». El «respeto» a las personas «normales» está en el trasfondo de su obra, ha dicho este artista, que dice que ésta y otras esculturas suyas también tienen su parte de abstracción en el sentido de que son «imágenes ficticias».
De la misma forma también observa en las grandes piezas de Chillida un componente figurativo. «Yo veo las figuras en sus obras, veo los brazos que se abren», ha destacado.
Los responsables del museo esperan que la exposición de «Reaching Out», con una imagen tan contemporánea como la de una joven atenta a su móvil, pueda acercar a los jóvenes a este espacio, a contribuir a que visiten por primera vez en Chillida Leku.
La muestra de esta obra en el museo de Hernani coincide con la exposición individual que Hauser & Wirth dedica a Price en su sede de Saint Moritz (Suiza).
Chillida Leku ha organizado actividades para adultos y escolares durante las semanas en que se mostrará la escultura en el museo.
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