La Ertzaintza ha detectado un aumento de las denuncias por estafas financieras, hecho que relaciona con el incremento de la actividad de inversión a través de Internet y las nuevas herramientas tecnológicas.
«Esta actividad ha sufrido grandes cambios en la actualidad y, hoy en día, cualquier persona puede invertir tanto en activos tradicionales como en los digitales, entre los que se encuentran uno de los más populares, las criptomonedas«, advierte la Policía vasca. En este contexto la Ertzaintza emite consejos para evitar riesgos.
Cómo operan
El modus operandi seguido por las supuestas empresas de inversión consiste en la captación de personas inversoras mediante anuncios publicitarios insertados en medios de comunicación, páginas web o redes sociales, en los que otras personas, incluso famosas, ganan mucho dinero en poco tiempo invirtiendo en productos financieros novedosos. Una vez hecho el contacto con la víctima, se le insta a invertir su dinero prometiéndole cuantiosos beneficios económicos a corto plazo.
Utilizan distintas herramientas tales como una página web con apariencia de legalidad, crean una cuenta al cliente en la página web, formalizan contratos, etc. Además, llegan a prestar una atención personalizada de manera que efectúan todos los trámites como si se tratara de una empresa autorizada para prestar servicios de inversión.
La persona estafadora convence a la víctima para que instale un programa en el dispositivo móvil o en su ordenador el que, supuestamente, su víctima controlará sus inversiones, pero, en realidad, son los o las ciberdelincuentes quienes tienen la capacidad de controlar el dispositivo de la víctima y de actuar en su nombre.
Habitualmente, la víctima de esta ciberestafa realiza una transferencia, pero cuando quiere recuperar su dinero se encuentra con todo tipo de trabas y solicitudes de más dinero para poder recuperar lo invertido, continuando así con la estafa.
Incluso es frecuente que, una vez denunciada la estafa, la víctima siga recibiendo llamadas de números telefónicos nacionales o internacionales con diferentes argumentos con los que justificar el no recuperar la inversión.
Pueden llegar a decir que han despedido a la persona que realizó la estafa, culpabilizándola de los retrasos, y así, volver a ganarse la confianza de la víctima. También se han dado casos en los que se hacen pasar por un despacho de abogacía solicitando más dinero para denunciar a las personas estafadoras o inventarse cualquier otra excusa para requerir otro pago de la víctima.
Normalmente, las personas estafadoras suelen encontrarse en países extranjeros, lo cual dificulta la investigación de la Ertzaintza.
Tres señales de alerta
Prometen alta rentabilidad con poco o ningún riesgo. En general las inversiones de mayor rentabilidad conllevan un riesgo más alto, mientras que, en las inversiones de rentabilidad baja, el riesgo es menor.
Se ejerce presión para realizar la inversión cuanto antes. Los estafadores con frecuencia usan tácticas de venta de alta presión porque quieren obtener el dinero de la víctima y pasar a hacer lo mismos con otras víctimas.
La persona o empresa que ofrece la inversión no está registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, en el Banco de España o en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Recomendaciones antes de invertir
Nunca se debe proporcionar ningún tipo de clave ni dato personal cuando desconocemos quién está al otro lado. No aceptar la instalación de programas o aplicaciones en nuestros dispositivos.
Si no se conocen datos de la empresa que nos está alentando a invertir, se deberían hacer unas comprobaciones mínimas y búsquedas de información en Internet para reducir el riesgo. Es importante comprobar los registros de la CMNV, del Banco de España o de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Sospechar cuando una persona desconocida indique que se va a hacer cargo de las inversiones. La persona propietaria del dinero debe tener el control total del mismo y disponibilidad de retirarlo cuando lo desee.
Una vez producida la estafa, es fundamental cortar todo tipo de vínculo con las personas autoras y, en ningún caso, enviar más dinero.
Las criptomonedas están en proceso de regularización y los exchanges en los que se operan no gozan de la transparencia que tienen otro ‘broker’ o mercado de valores. Esto hace que el riesgo de fraude aumente.
Hay que sospechar de llamadas, anuncios o terceros que le aseguren rendimientos desorbitados.
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