(EFE). Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa (DFG) ha inaugurado en San Sebastián su nuevo almacén, una instalación altamente robotizada desde el que distribuye cada año 20 millones de medicamentos a 360 farmacias, en repartos de entre 2 y cuatro veces diarias.
El acto de apertura ha tenido lugar este viernes en el nuevo inmueble de 10.200 metros cuadrados situado en el polígono de Eskuzaitzeta al que han asistido el lehendakari, Iñigo Urkullu, las consejeras de Salud y Promoción Económica, Gotzone Sagardui y Arantxa Tapia, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia.
Urkullu ha asegurado que el objetivo de las instituciones «es mejorar la calidad de vida de las personas y seguir dando pasos para lograrlo» y ha resaltado la labor logística que lleva a cabo DGF.
Ha hecho una mención a Turquía y Siria tras el terremoto que requieren de la ayuda urgente y ha instado a canalizar la solidad vasca en forma de apoyos y donativos a través de las ONGs que trabajan en el terreno.
DFG, integrada en el Grupo Unnefar, ha invertido 25 millones de euros en el pabellón, que incorpora la tecnología OSR Schuttle -utilizada por empresas como Amazon y Zara- con un robot de 26 pisos que alberga el 87 % de la mercancía que llega desde los laboratorios.
Inteligencia artificial
Este sistema utiliza inteligencia artificial y decide dónde guarda los medicamentos, que después introduce en las cajas que contienen los pedidos de cada farmacia a razón de 5.000 cubetas al día.
El almacén distribuye al día entre 70.000 y 100.000 unidades de medicamentos y cuenta con 147 empleados directos y casi 50 indirectos.
DFG tiene una cuota de distribución farmacéutica del 85,3 % en Gipuzkoa, del 6,2 % en Bizkaia y del 1,4 en Álava.
Durante su intervención, el presidente de DFG, Fernando Echeveste, ha afirmado que con esta instalación se mantiene la mayor empresa de distribución en Euskadi y su centro de decisión en San Sebastián «mientras otras compañías del sector están desapareciendo o siendo absorbidas por multinacionales».
Ha recalcado que el modelo de DFG permite que farmacias situadas en poblaciones pequeñas cuyo reparto sería deficitario puede beneficiarse de la rapidez y la frecuencia de distribución de DFG.
El proyecto se ha desarrollado en un contexto complicado en el que han confluido la pandemia, la guerra de Ucrania, la escasez de componentes y de medicamentos que ha concluido en un éxito, ha indicado.
Piera ha incidido en la «misión sanitaria» del centro cuyo objetivo es abastecer de medicamentos a los pacientes de Euskadi y ha recordado que la compañía se constituyó hace 122 años y fue la primera dedicada a la distribución de medicamentos a nivel nacional.
«La tecnología es la que permite que cuanto un paciente va a la farmacia y no tiene el medicamento que solicita nosotros podamos estar ahí en dos horas,» ha explicado.
El centro además da servicio a todas las necesidades de la farmacia a través de 15 técnicos dedicados a resolver las dudas, ha señalado Piera.
La compañía tiene un plan con el objetivo de crecer un 40 % y ofrecer más servicios.
Garantía
El pabellón de DFG es una garantía para que no se produzca el desabastecimiento, aunque ha habido problemas con los laboratorios que muchas veces no envían la cantidad que se requiere.
En este sentido Piera ha trasmitido un mensaje de tranquilidad porque la mayor parte de los medicamentos que faltan son sustituibles pero hay problemas con algunos, ha reconocido.
«En unos casos son problemas de fabricación y otros económicos, ya que los precios en España son baratos y hay laboratorios que les interesa vender en otros países», ha afirmado.
Por ello trabajan con instituciones como el Gobierno Vasco y tienen un acuerdo con otras distribuidoras del norte de España por el que se traen medicamentos diariamente de Pamplona, Zaragoza, Asturias para que no queden desabastecidas
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