La Diputación de Gipuzkoa ha respondido al último y controvertido caso de ataques de perros al ganado en la zona de Eskoriatza anunciando que “en breve” presentará “todo un plan” específico para vigilar que los dueños de los canes controlen a sus animales por el monte, que puede incluir las multas. Y entiende las últimas declaraciones de unos y otros como producto del “nerviosismo”, en palabras del portavoz de la institución, Imanol Lasa.
Este plan se traducirá en que, mediante los guardas forestales, se intensificará el control sobre quien lleve a su mascota al campo. “Si es preciso”, recalca Lasa, “tenemos que volver a multar”, pero “como último recurso”. Según la normativa de Montes, llevar perros sueltos en zonas ganaderas o con fauna silvestre está prohibido, y dependiendo de la gravedad de los hechos la multa podría ir de 100 a 1.000 euros.
Recuerda Lasa que ya hubo que tomar medidas para que los canes fueran atados en las playas. Ha incidido en que la clave está en la educación de los dueños, y ha recordado que la última sanción así de la Diputación se produjo en 2006. “El problema es que, cada día, son más los perros que andan sueltos por el monte”, lo que incrementa la posible conflictividad.
El asunto Eskoriatza, “competencia municipal”
No dejan de colear las polémicas cruzadas en torno a los ataques de los cánidos. Los pastores criticaban la supuesta falta de acción de los guardas forestales, y estos remitían a que necesitan permiso de la Diputación de Gipuzkoa para actuar (por ejemplo, en forma de batida), acusándola a su vez de ignorarles. Por eso Lasa ha querido ofrecer “todo nuestro apoyo a los pastores y ganaderos”, por ser los que han sufrido “las mayores pérdidas”.
La Diputación “continúa en contacto con el Ayuntamiento de Eskoriatza, que es a quien compete” la situación, y con quien el ente foral sostiene una relación “magnífica”; de hecho, ayer mismo había prevista una reunión para abordar el tema. No obstante, “no olvidemos que es competencia municipal resolver esta cuestión”, ha subrayado Lasa, si bien la Diputación va a poner “todos los medios” para colaborar.
En cuanto a los guardas forestales, que se quejaban por ejemplo de que no llegan a medio centenar para todo el territorio gipuzkoano, Lasa no se ha mojado acerca de si se incrementará su personal. Sí que ha recordado que en los próximos seis años “se va a jubilar la mitad de la plantilla de la Diputación”, y hay que “definir la nueva”, atendiendo a las necesidades de la nueva Gipuzkoa.
En ese contexto, “es verdad también que nuestros montes empiezan a tener mayor actividad, u otro tipo de actividad”. Eso significa, según el portavoz, que habrá que revisar ese organigrama y que como mínimo tengan que realizar funciones distintas, o que algunas de las que desempeñan ahora sean emprendidas por otros. Pero no necesariamente se contempla un incremento de plantilla de guardas.
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