La Diputación Foral de Gipuzkoa no se ha librado del golpe del coronavirus y por ello tiene que reducir en 85 millones su presupuesto para el presente ejercicio. El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano ha calculado la caída recaudatoria en torno al 25%. “Gracias a la gestión de los últimos años la Diputación Foral de Gipuzkoa cuenta con una situación financiera saneada, por lo que parte de lo que vamos a dejar de recaudar lo podemos cubrir asumiendo el tope de deuda que nos permite la ley y recurriendo a remanente. Para lo demás, unos 85 millones, se aplazarán inversiones y se contendrá el gasto, ha explicado, haciendo hincapié en que se van a mantener intactos los capítulos de políticas sociales y promoción económica.
El diputado general ha comparecido hoy ante los medios de comunicación por videoconferencia, acompañado del diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas, José Ignacio Asensio.
Durante su intervención el diputado general ha reclamado a las administraciones competentes una flexibilización de la legislación relativa a la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera para de este modo poder acudir a deuda y responder mejor a la emergencia social y económica. “Durante los últimos años, la Diputación Foral de Gipuzkoa y yo diría que la mayoría de ayuntamientos del territorio, hemos dado sobradas muestras de responsabilidad. Hemos tenido superávits, hemos reducido deuda, incrementado remanente… Por lo que ahora no podemos estar con las manos atadas para responder a este desafío”, ha defendido.
La Diputación Foral cuenta para el presente ejercicio con un presupuesto de 915 millones de euros, aunque la caída recaudatoria generará una reducción de en torno a 200 millones de euros en sus recursos disponibles. “Parte de ese desfase, unos 115 millones de euros, podemos cubrirlo con remanente, o bien renovando la deuda que nos vence este año”, ha explicado José Ignacio Asensio.
Aun así la Diputación tendría un déficit de unos 85 millones de euros al que se hará frente del siguiente modo: se aplazarán o pospondrán inversiones por valor de 40 millones de euros, se reducirá el gasto corriente en 25 millones de euros y los 20 millones de euros restantes se asumirán a través de inejecuciones presupuestarias.
La Diputación Foral llevará a cabo dicho ajuste según a los siguientes principios: el mantenimiento y el fortalecimiento de las políticas sociales y la protección social; un nuevo Plan de Reactivación Económica que se conocerá próximamente, el mantenimiento del transporte público; el nuevo calendario para los proyectos de Etorkizuna Eraikiz, la preparación de la propia Diputación Foral para funcionar en el escenario posterior a la pandemia y una reperiodificación de las inversiones y los proyectos de naturaleza estratégica ralentizando su proceso.
Tras solidarizarse con los gipuzkoanos por el momento que atraviesan, Olano ha recordado que «en estos momentos, la crisis socio-sanitaria no está todavía resuelta y la sociedad está todavía en fase de adecuación al nuevo escenario. Lo que está claro es que la parada de actividad va a traer consigo una crisis económica por lo que, como institución pública, necesitamos adecuar las políticas públicas a esta nueva situación”, ha advertido.
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