El Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha aprobado hoy un Plan de Choque ante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 en los recursos y servicios dependientes del departamento de Políticas Sociales de la Diputación Foral de Gipuzkoa. La Diputación ha definido cuatro objetivos y para su materialización plantea 56 medidas extraordinarias que afectan a 240 centros, donde se atiende a un total de 7.000 personas. Entre otras que desde mañana se pone a disposición de los usuarios de servicios sociales el servicio telefónico TeleZAINTZA (900 43 43 43), que ofrece una cartera de servicios “para estos momentos de especial vulnerabilidad social ante la necesidad de enfrentar las dificultades que entraña la crisis sanitaria producida por el Covid-19”, como pueden ser el apoyo psicosocial o las solicitudes de oficio de prestaciones económicas.
El primero de estos objetivos del plan de choque busca prevenir “por todos los medios” la propagación del virus. Es por eso que, desde hace dos semanas, se han suspendido provisionalmente varios de los servicios de atención diurna y, en colaboración con Salud Pública, se han remitido a todos los centros “sendas recomendaciones y protocolos” para la prevención y, en su caso, actuación en caso de sospecha o confirmación de casos positivos de Covid-19. Además, a aquellas personas residentes en centros para personas mayores o discapacidad que soliciten el traslado provisional a sus domicilios, si su situación lo permite, se les dotará de las ayudas técnicas necesarias para la adecuación de su domicilio, así como de una prestación económica de cuidados en el entorno familiar; todo ello con la reserva de su plaza en la residencia.
El segundo objetivo recogido en el plan, en palabras de la portavoz, pretende “contener al máximo posible” la propagación del virus en aquellos centros y servicios que cuentan ya con contagios. Para ello, con la ayuda del servicio foral de bomberos, se ha comenzado a desinfectar algunas residencias. Por otra parte, Eider Mendoza ha recordado que, para esa labor de contención, “ya está en marcha el centro sociosanitario de la Cruz Roja en Donostia, con capacidad para 120 personas».
Se está realizando, a su vez, un seguimiento individual y diario a todos los centros residenciales con la finalidad de conocer los casos positivos, sospechosos o pendientes de realizar las pruebas, tanto de personas usuarias como trabajadoras, para “obtener una fotografía completa de la situación de toda la red residencial de Gipuzkoa, así como la recogida de las necesidades de equipos y material de cada centro, al que procuramos dar respuesta a la mayor brevedad posible”, ha añadido Mendoza.
El tercer objetivo quiere reforzar, con nuevos servicios, recursos y herramientas, “aquellas situaciones que se detecten que son más graves”. Para ello, se ha puesto en marcha un servicio de atención y apoyo psicosocial para familiares de personas usuarias de las residencias. Por otra parte, se han abierto diferentes dispositivos de atención, como el albergue de Hondarribia, con el objetivo de ofrecer una adecuada atención a personas en situación de exclusión residencial comprometida por el Covid-19. Además, como consecuencia del cierre provisional de los centros de día, se ha acordado que el personal de los mismos, pase a apoyar a las plantillas de centros residenciales por comarcas. También se ha dotado al territorio de un dispositivo de reserva para garantizar el suministro de cocina y lavandería a todos los centros en caso de necesidad.
Medidas fiscales
La segunda medida adoptada es la aceptación del Decreto Foral-Norma que recoge la serie de medidas fiscales para hacer frente a la situación generada por la expansión del Covid-19. Mendoza ha recordado que la Diputación se comprometió a ser flexible e intentar dar más tiempo a los y las contribuyentes, para que cumplan como es debido las obligaciones tributarias que tienen. “Y eso es precisamente lo que hemos aceptado en el Consejo de hoy: retrasar y flexibilizar plazos, para dar más margen sobre todo a aquellos y aquellas contribuyentes con dedicación a la actividad económica”, ha señalado.
Entre las medidas aprobadas se encuentra el ya conocido movimiento de potenciar los aplazamientos: la Hacienda foral concederá aplazamientos de modo automático hasta un límite de 300.000 euros, sin garantías, y con un plazo de devolución de 24 meses. “En este punto, quisiera poner el foco en la rapidez: el o la contribuyente pide un aplazamiento y se le concede automáticamente. Por tanto autónomos, empresas pequeñas, medianas… disponen al momento de esos recursos”, ha señalado la portavoz foral, estimando que con esta medida y la situación actual se espera un crecimiento de los aplazamientos de 120 millones de euros. Por otra parte, en relación a los aplazamientos vigentes, se retrasa el paso de marzo a abril.
En lo que respecta al pago de declaraciones y autoliquidaciones correspondientes al mes de febrero, se amplía el plazo al 27 de abril, mientras que las deudas tributarias resultantes de liquidaciones practicadas por la Administración y las deudas tributarias que se encuentran en periodo ejecutivo se alargan hasta el 1 de junio.
Los autónomos, por su parte, no estarán obligados a ingresar los pagos fraccionados del IRPF durante los dos primeros trimestres, lo que supondrá liberar 32 millones de euros en este colectivo.
Por último en el capítulo de las devoluciones la Hacienda foral ha reforzado los equipos que trabajan en este campo, en especial en el IVA, con el objetivo de reducir plazos y devolver liquidez de la forma lo más rápida posible a personas autónomas y empresas.
“Todas estas medidas son consecuencia de un proceso de reflexión y análisis profundo, que hemos tenido que llevar a cabo contrarreloj, y han sido contrastadas con el Gobierno Vasco, las restantes diputaciones y Eudel”, ha señalado Mendoza, quien ha subrayado que, “como de costumbre”, la Hacienda foral de Gipuzkoa ha sido fiel a los principios de responsabilidad y prudencia. “El mensaje que queremos hacer llegar a personas autónomas y empresas es el siguiente: en esta crisis, la Hacienda foral está para ayudar y quiere acompañar. Por tanto, siempre que la normativa lo permita, actuaremos con flexibilidad más allá de las medidas que hemos aprobado hoy. La economía es la fuente de la recaudación y, por tanto, Hacienda será un agente activo a la hora de cuidad la salud de esta fuente”, ha señalado.
«El efecto de estas medidas rondará los 300 millones de euros. Por tanto queda claro que el impacto en la recaudación será considerable, y que no conseguiremos alcanzar los objetivos de recaudación fijados para este año”, ha advertido, recordando que esto supondrá una reducción de recursos disponibles para todos los niveles administrativos.
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