‘La cordillera’: «inquietante como la relación de la gente con los políticos»

Un Ricardo Darín exultante y tan cercano como en sus películas, tan de andar por casa pero tan grande ha presentado esta mañana en San Sebastián ‘La cordillera’ y lo ha hecho horas antes de que le den el Premio Donostia del Zinemaldia. Por cierto que se ha mostrado sorprendido al conocer que es el primer actor latinoamericano que lo recibe. «En este festival tan querido uno se encuentra con muchísima gente», ha expresado después de repartir abrazos. «Y vas recordando sensaciones, amores…»

Aunque la presentación del film ha quedado un poco relegada a segundo plano a causa del premio, ‘La cordillera’ ha despertado un debate en la rueda de prensa acerca de las conexiones con la realidad de la historia, que narra una cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile y donde Darín hace las veces de presidente argentino. «Es simplemente ficción. Hay tensión porque habla sobre la política contemporánea, pero es ficción», ha expresado el director Santiago Mitre, a quien Darín le ha añadido que pese a todo «forma parte de la libertad del espectador» buscar las conexiones con la realidad.

El equipo ha puesto empeño, sin embargo, en que el personaje de Darín no se pareciera a ninguno de los presidentes argentinos conocidos. «No queríamos darle a la película un color que la anclara. El film encierra una crítica universal al sistema».
Para el director la película incluye momentos inquietantes, de thriller, porque inquietante es la relación de los argentinos con la política. Una relación que probablemente también es universal.
Junto a Mitre y Darín se encuentran en Donostia los productores Simón de Santiago y Fernando Bovaira y las actrices Dolores Fonzi y Elena Anaya. Han reconocido que de primeras la película no tenía demasiado «olor industrial» por su sentido crítico, pero pese a todo logró apoyo para hacerse realidad.
A la hora de elaborar su papel Darín no ha tenido más que buscar en su hemeroteca personal su imagen de los políticos, «aunque fácil no hay nada en la vida». Preguntado si se ha sentido cómodo actuando como un presidente ha asegurado que sólo se siente cómodo en su casa y ha dejado claro, eso sí, que no siente un  mínimo interés por dar el salto a la política.