Roberto Nuño Millán, director del Conservatorio Profesional de Música Francisco Escudero, lleva desde 2018 en el cargo y ya el primer año mantuvo una reunión con responsables municipales en que salió a colación la posibilidad de levantar un futuro edificio en la playa de vías de Easo en sustitución del actual. «Irónicamente respondí: ¿para el 26 se empezarán las obras?, y me respondieron: ‘no, mucho antes’. La realidad es que será para el 36 o vete a saber cuándo. Y cuando llegue ese día surgirán otras necesidades como ocurrió cuando se construyó el ambulatorio de de Amara donde se iba a levantar el conservatorio».
Nuño Millán no ha tardado en responder a las afirmaciones del alcalde Eneko Goia, ayer, apuntando a la playa de vías cuando fue cuestionado sobre la necesidad de dotar de una nueva infraestructura al conservatorio donostiarra. Cabe recordar que, aunque el tema lleva años en la palestra, este viernes hay prevista una protesta de la comunidad educativa.
«El edificio no reúne las condiciones ni de seguridad ni de accesibilidad. Toquemos madera por que no ocurra nada. Pero el día en que pase, ¿quién es el responsable?, yo, no», incidió Nuño Millán en declaraciones a DonostiTik.
El problema tiene más fondo según explica el director del centro. «Vitoria le dio al Gobierno vasco el pedazo de eficio que tiene para el conservatorio. Y la Diputación de Bizkaia le dio dinero para la construcción. La realidad es que aquí la colaboración de la Administración local en este asunto es nula«, afirma el director del conservatorio, que va más lejos: «El actual consejero lo ha querido solventar, pero son las administraciones locales las que tienen los edificios. Y en esta ciudad desde el año 99 se han hecho cosas como el Basque Culinary Center, ahora otro segundo Basque Culinary Center o un hotel donde estaba la antigua delegación de Educación. Para todo el mundo se soluciona todo, sobre todo cuando se trata de turistas«.
Destaca también Nuño Millán que el centro ubicado en la calle Easo no llega a ofertar todo lo que podría porque faltan espacios. «En una pregunta que le hicieron a Eneko Goia en el marco de esta campaña electoral respondió que en esta ciudad tenemos un maravilloso Musikene. Vale. Pero miremos las cifras: hay más gipuzkoanos haciendo el grado de música en Pamplona que en Donostia. Y el alcalde presume también de escuela de música. ¿Dónde está el auditorio de la escuela de música?, si no tienen donde dar sus recitales…»
El noviembre pasado le costó al conservatorio unos 15.000 euros dar el concierto de Navidad en el Teatro Victoria Eugenia. Y he aquí otro problema debido a la carencia de infraestructuras: «nosotros no tenemos auditorio y los que hay en la ciudad valen un riñón. En junio daremos un concierto de Zarzuela y nos va a costar lo mismo».
«Nosotros dijimos en su momento que la solución a todo esto pasaba por que el enclave donde está el conservatorio creciera y se sumara la danza reglada, que a día de hoy no hay en la ciudad, así como una oferta de educación musical coherente y un auditorio para todos. También para las agrupaciones de danza. Porque Musikene te lo dejan una tarde de domingo y no es gratis. Además de que hasta allí no va la gente. Y nos salen ahora con la playa de vías», dice Roberto Nuño Millán. Y añade: «Ya en 2018 llevábamos años notando poco apego por parte del Ayuntamiento…»
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