Con muchos ‘peros’ interpretan los ambientalistas las cifras de recogida de residuos dadas esta semana por el diputado del área José Ignacio Asensio en que destacaba la cercanía de Gipuzkoa a los objetivos europeos. «La realidad es que mientras Donostia supera por poco el 40% de la recogida selectiva, Usurbil está en el 80% y Astigarraga en el 77%», explicó para Donostitik Juan Mari Beldarrain, de Eguzki, añadiendo: «No fallan los ciudadanos, fallan los sistemas». Y critica que este hecho no sea puesto en el foco por las autoridades.
Las cifras de Gipuzkoa son buenas, «indudablemente», pero según los ambientalistas responden a un debate ciudadano intenso que comenzó hace diez años y ha logrado la concienciación de la ciudadanía a la hora de tirar la basura.
Beldarrain, crítico como corresponde a su papel de ecologista, considera que algo funciona mal si no se pone en el foco la situación de Donostia, «que debido a su idiosincrasia genera casi la mitad de los residuos urbanos de la provincia«, y donde el el celo ciudadano está bastante alejado de la media gipuzkoana en lo que a separación de residuos se refiere.
En su opinión ha habido «palos en las ruedas» con el objetivo de ir en la dirección de la construcción de la incineradora de Zubieta.
Como ejemplo para tener en cuenta el ecologista cita el caso de Zumarraga: «Esa localidad estuvo estancada en el 46% de recogida selectiva mucho tiempo y a inicios de 2017 se produjo un acuerdo entre todos los partidos políticos que abandonaron la guerra y se pasó al 74% en dos meses. Es el quid de la cuestión», afirma Beldarrain, añadiendo que «la recogida selectiva sería más eficaz aún en Gipuzkoa si no respondiera siempre a intereses partidistas».
En este punto también critica Beldarrain que haya que esperar a mayo para conocer las cifras del año anterior como ha ocurrido con los datos de 2019. Y se reafirma: «Dicen que con la incineradora funcionará la gestión de los residuos aún mejor. Es una trampa. Si no fuera por los frenos que se han puesto en determinadas localidades como Donostia o Lasarte-Oria, Gipuzkoa superaría ya todos los niveles exigidos por Europa«.
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