El viejo templo, se acurrucaba al arrullo milenario de la montaña, la vieja ermita guardaba celosamente su historia, tejida a lo largo de los siglos, entre sus entramados de madera y piedra. El dulce santuario, esconde leyendas de jentiles, esos gigantes de fuerza descomunal, agazapadas entre sus recios muros, donde aún puede verse las huellas de los genios. Estamos en la preciosa ermita de La Antigua de Zumárraga, la catedral de las ermitas, un bello edificio donde podremos disfrutar de su historia, de su belleza y de encanto. Ir al blog
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