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Tribunales

La agresión a Santi Coca duró 23 segundos en los que fue acorralado y recibió golpes en el suelo

Así lo ha relatado un agente de la Ertzaintza que visionó las imágenes de la agresión grabadas por una cámara de seguridad del Palacio Goikoa

Imagen del 29 de abril de 2019. Velas en el punto donde falleció Santi Coca. Foto: Santiago Farizano

(EFE). La agresión que sufrió el joven Santi Coca duró 23 segundos en los que fue «acorralado» por un grupo de personas, entre las que estaba el acusado, identificado por los pantalones blancos que vestía, y durante los que la víctima recibió golpes «incluso en el suelo».

Así lo ha relatado un agente de la Ertzaintza que visionó las imágenes de la agresión grabadas por una cámara de seguridad del Palacio Goikoa, a unos cien metros del exterior de la discoteca Gu donde se produjo el incidente.

Este policía ha declarado este viernes junto a otros ertzainas en la quinta jornada del juicio que se sigue en San Sebastián por el fallecimiento de Coca, quien murió en el Hospital el 28 de abril de 2019 dos días después de recibir una paliza en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra.

Apoyado por la proyección de las citadas imágenes captadas con poca calidad por la distancia y lo lluvioso de aquella noche, este ertzaina ha relatado ante el jurado la agresión sufrida por Coca, que comenzó con una discusión de nueve segundos entre el acusado y Santi y durante la que éste golpeó primero a su oponente.

Intentar esquivar

«A partir de ahí, Santi empieza a intentar esquivar y a marcharse de allí», ha descrito el agente, mientras otros dos jóvenes apoyan al acusado y luego se forma un grupo de entre ocho y diez personas que «acorralan» a la víctima contra la pared de la discoteca, donde comienza a recibir golpes por parte de «todo el grupo» durante 23 segundos, «incluso en el suelo», mientras otros jóvenes acuden en su ayuda.

Este testigo ha detallado que en un momento del incidente otras personas separaron al acusado y lo apartaron del lugar, sin que, según ha relatado el policía, en las imágenes se vea que el procesado regrese ya al lugar en el que Coca estaba tendido en el suelo y el resto del grupo se empieza a marchar.

El testimonio de este ertzaina ha estado precedido por el de un compañero suyo que acudió al lugar instantes después del incidente y al que, según ha dicho, el acusado le reconoció que había mantenido una discusión con Coca en la que éste le había propinado un puñetazo tras lo que él se había defendido «porque no se iba a dejar golpear por nadie».

Este policía ha recordado que conversó con el procesado en los bajos del Ayuntamiento, donde varios de sus compañeros ertzainas habían reunido a siete jóvenes por su posible implicación en la paliza recibida por Coca.

Durante esta entrevista el encausado aún estaba «un poco encendido y en actitud altiva» sin que, como ha dicho el testigo, a él le diera la impresión de que estuviera borracho o drogado, porque «no balbuceaba ni hablaba raro», si bien tampoco ha descartado que pudiera «haber consumido algo».

Ha aclarado que este joven resultaba reconocible entre el resto de posibles implicados porque era el único que vestía unos pantalones blancos, en los que le llamó la atención que había una «gota de sangre» en los bajos.

Una rojez en el pómulo

Además, ha constatado que el acusado tenía «una rojez en el pómulo» aunque, como ha comentado, no tenía ninguna «herida incisa» en la cara.

Este agente ha revelado además que en un momento dado decidió comentar a los presuntos implicados en la pelea que a la víctima se le estaba practicando reanimación cardiopulmonar para que supieran la gravedad de lo sucedido y que de esta manera «dijeran la verdad».

Ha concretado no obstante que con ello «no pretendía alterarlos» sino que supieran la realidad de lo sucedido y que conocieran el «grado de responsabilidad» que podrían tener en unos hechos tan graves, ya que cuando fueron interceptados mientras abandonaban en lugar pensaban que todo era «una simple pelea».

Por su parte, otro policía ha comentado que fue un amigo del fallecido el primero en comunicarle a él que Coca había sido agredido en las inmediaciones del Ayuntamiento, donde él se encontraba con otro ertzaina, tras lo que él logró retener en un primer momento a cuatro o cinco personas que abandonaban el lugar, mientras el otro agente acudía a asistir a la víctima.

Esta previsto que las sesiones del juicio se reanuden el próximo lunes con las declaraciones de nuevos testigos. Más información, aquí.


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