(EFE). La Quincena Musical de San Sebastián cierra este viernes su 85 edición con datos de recaudación por encima de lo presupuestado y que alcanzan los niveles de antes de la pandemia.
El director del festival clásico donostiarra, Patrick Alfaya, ha presentado hoy un balance de la última edición, que, con cinco llenos en el Auditorio Kursaal, ha alcanzado los 889.962 euros de recaudación en taquilla, muy por encima de los 750.000 presupuestados.
Son datos, ha destacado Alfaya, similares a los que se registraban antes de la pandemia de la covid-19, en un contexto en el que, pese a que han transcurrido tres años, las artes escénicas en general no han acabado de recuperar el público que tenían antes de 2020.
«No pensaba que iba a ser tan rápido, es muy difícil llegar a los números prepandémicos», ha destacado el director de la Quincena.
Con estos números, la Quincena, que cuenta con un presupuesto de 2,3 millones, se presenta como el festival musical con mayor nivel de autofinanciación de España, en parte gracias a que es el que mayor número de artistas españoles programa.
Un aspecto al que ayudan, ha explicado, la tradición coral vasca y la aportación de instituciones como Musikene.
Alfaya ha subrayado algunos de los éxitos de la presente edición, muchos de ellos esperados, como los llenos de la primera función de Carmen o los conciertos de la Budapest Festival Orchestra y la Euskadiko Orkestra con el Orfeón Donostiarra y el de la Orquesta Filarmónica della Scala de Milán con Riccardo Chailly.
Otros más inesperados, en especial el espectáculo de danza y música en vivo ‘Folia’, un montaje que combinaba música barroca con contemporánea e incluso los últimos sones de hip hop y urbana, muy bien acogido incluso por el público mayor, el más fiel a la Quincena.
En total, 82 propuestas repartidas en distintos espacios de la ciudad y en hasta 20 localidades de Gipuzkoa, Álava, Navarra y el País Vasco francés, a las que han asistido 32.728 personas.
Como es habitual en el balance, Alfaya ha adelantado algunos contenidos de la próxima edición, en la que no habrá ópera escenificada -tal vez sí en formato concierto-, pero sí se incidirá en potenciar la danza, un arte que se arrinconó en el pasado pero que se pretende potenciar en la Quincena.
Así, está confirmada ya la presencia del Ballet Preljokaj, con su creación más reciente, ‘Réquiem(s)’, que el propio Alfaya presenció hace tres meses en París.
Este conjunto actuó el año pasado en la Quincena con una revisión contemporánea de ‘El lago de los cisnes’.
Atraer compañías de ballet clásico, ha advertido el director, resulta «cada vez más difícil», ya que en verano apenas se celebran festivales en el sur de Europa y a las compañías no les resulta rentable movilizarse para un solo concierto.
Además, 2025 será el año Maurice Ravel, al cumplirse el 150 aniversario de su nacimiento. La Orchestre de L’Opera National de Paris interpretará, entre otras obras, el ‘Concierto para mano izquierda’ y ‘La Valse’ del compositor labortano.
También acudirán Jordi Savall, quien dirigirá la cantata ‘Die erste Walpurgisnacht’, de Felix Mendelssohn, y el tenor donostiarra Xabier Anduaga, quien regresará al festival con una doble cita tras su debut en la edición de 2022.
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