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Kutxa Kultur Festibala: la música vence a la lluvia que amenazaba con enfriar la noche

Con la lluvia en contra y una nueva ubicación de la que todavía es pronto para hacer balance (queda mucho

Foto: Santiago Farizano

Con la lluvia en contra y una nueva ubicación de la que todavía es pronto para hacer balance (queda mucho festival por delante) comenzó ayer el Kutxa Kultur Festibala con el poderío de un buen programa y una legión de fans dispuesta a no amilanarse paraguas en mano. El hipódromo es mucho hipódromo, comentaban algunos, que veían (más bien poco) que la zona de los servicios, por ejemplo, no tenía demasiada luz y que el barro ya subía por las botas. Cuestiones ajenas a una organización que pone siempre todo el cariño en traer a Donostia un programa de contrastes con grupos punteros y otros nuevos, internacionales y locales, tranquilitos y de sonidos más bien salvajes.
La noche del sábado tenía a dos pesos pesados, Love of Lesbian y The Jesus and Mary Chain, y otros buenos motivos para acercarse a Lasarte.
Jugaban en casa Amateur, ex integrantes de La Buena Vida, que vieron cómo se alineban los astros en el escenarios Keler y paraba de llover segundos antes de su actuación y comenzaba de nuevo segundos después. Con su ‘Debut!’ bajo el brazo estos veteranos despiertan mucha expectación y no es para menos.
Antes había pasado por el mismo escenario Havoc, que abrió el festival, y después fue el turno para Francois and The Atlas Mountain, todos ellos abriendo el paso a Love of Lesbian y The Jesus and Mary Chain. Pese a la lluvia intermitente el escenario, al aire libre, vivió momentos grandes y de ovación.
La carpa Matusalén por motivos evidentes, y no sólo el programa, fue el espacio más reclamado de la noche. Encantó Zea Mays y con ellos División Minúscula minutos antes, Jeremy Jay y De Pedro para terminar después, dieron la nota en el espacio más acogedor de la noche.
También hubo grandes momentos en los nuevos escenarios, el Paddok, por ejemplo, y el Hidden Stage, en un esfuerzo de la organización por diversificar, ofrecer y animar la noche para públicos distintos. Y el Kutxa Kultur con el cantautor donostiarra Iñigo Serrulla y más puntos positivos.
Queda mucho por delante. A ver si el tiempo acompaña a los fans y a los que quieren acercarse a un festival que hace tiempo figura entre los grandes.

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