El mes de diciembre terminó por todo lo alto, con una fiesta de disfraces en la sala Mogambo para brindar por el fin de año. A la fiesta Nochevieja pa viejas celebrada en Trintxerpe acudieron “más de 100 personas” con el propósito de “apoyar la autoorganización y la cultura alternativa” entre amigos y colaboradores de Kontenedora. Ha sido un 2023 movidito para la asociación donostiarra, qué duda cabe. El cierre de su sede en Amara durante aproximadamente “nueve meses” ha sido una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza ha provocado. En marzo el ayuntamiento clausuró su local en Amara (Sancho el Sabio, 9) por un embrollo burocrático que, en un principio, se vio resuelto en un mes.
La asociación donostiarra, compuesta por cerca de 700 miembros, pudo reabrir las puertas de su espacio en abril. Sin embargo, pronto se volvió a la casilla de inicio. Los tiras y aflojas con los técnicos municipales no cesaron durante el año pasado, dejando sin un sitio propio y fijo a todo un heterogéneo grupo de artistas, músicos, escritores, DJ y gestores culturales independientes. Todos ellos se quedaron un poco huérfanos mientras el conflicto ha estado estancado y acumulando polvo. “No podemos entender cómo ha sido posible el cierre de la sede. Durante un año nos han estado pidiendo una licencia de actividad, un requerimiento concreto para actividades comerciales, y que no se ha pedido a ninguna otra asociación”.
“Si está cerrado es por la interpretación de la ley que hace un técnico de Urbanismo que, aunque pueda cometer errores, representa a una institución”, añaden. En marzo ya habían solicitado una “comunicación de actividad” para llevar a cabo las charlas, mesas redondas, performances, actuaciones musicales y otras acciones que han tenido que realojarse en espacios afines: el bar Bukowski de Egia, Undermount en Igeldo, Kaxilda, la librería de segunda mano Re-Read… En tiempos de adversidad, Kontenedora ha continuado expandiéndose. “El cierre ha sido una ocasión para tejer redes y consolidar relaciones. Hemos demostrado que somos muy capaces de organizar eventos potentes sin presupuesto, sin dinero público y solo mediante la aportación voluntaria de las personas…”.
No hay una fecha segura, pero confían en que el local de Amara “volverá a abrir” a lo largo de este inicio de 2024. “En principio debería ser ya mismo”, auguran. Los eventos más multitudinarios, eso sí, seguirán celebrándose “en la ciudad y alrededores, tal y como pasaba anteriormente”. Mientras, la consigna de los miembros más activos que mantienen vivo el proyecto de Kontenedora, una entidad sin ánimo de lucro, sigue siendo clara: “Queremos seguir marcando una línea muy concreta para que la ciudad y los habitantes de Donostia se nutran de una fuente de diversidad cultural”.
¿No resulta agotador tropezar con tantas trabas para impulsar propuestas culturales alternativas en San Sebastián? En la asociación asienten y apuntan en dos direcciones; a los dirigentes políticos y también a una parte de la sociedad donostiarra. “Cuesta horrores, pero no solamente por los errores humanos sino también debido a cómo son los residentes en San Sebastián; no solo es responsable la política o el ayuntamiento. Hay un problema más profundo en la sociedad civil. Esta es una ciudad pequeña, burguesa y poco transgresora, pero tenemos la esperanza de encontrar fisuras que permitan ir germinando”.
Para formar parte de Kontenedora Arte Elkartea (su nombre oficial) se necesita completar un sencillo formulario. Los socios abonan una cuota anual de 12 y 36 euros, dependiendo de su grado de implicación. Entre las luces y notas positivas de 2023, destaca el apoyo sin fisuras de “cientos de personas” que se han volcado en la organización y participación de las actividades desarrolladas. La mecha underground no se apaga ni se detiene. “La programación sigue adelante como siempre. Solo hay una novedad : crecen los espacios donde nos exhibiremos”, afirman.
En las próximas semanas, la agenda de Kontenedora se nutre de propuestas de todo tipo y, de nuevo, en alianza con distintos lugares: un coloquio “metafilosófico” (lunes 15, 18:30 horas) en la hamburguesería Kali de Loiola y en el que participa el artista Sergio Martínez Haro; un encuentro con el gestor cultural Salah Malouli en Mogambo (jueves 18); la segunda edición de Tamborrada en 8 bits del 20 de enero en el que se reinventa el clásico repertorio de la fiesta de San Sebastián con música de videojuegos (bar Drop, 20 horas); y ya el 4 de febrero el bar Bukowski acogerá el quinto recital Poetry Attack.
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