Kofradia-Itsas Etxea ha vivido sus dos primeros años de vida en circunstancias tan inciertas como las de la pandemia, pero generando lazos con otras entidades y profundizando en sus objetivos de dar a conocer la pesca de bajura y de lograr que los niños encuentren en el mar una pasión y una salida laboral. De hecho están configurando ahora uno de sus proyectos más potentes: «Trabajamos con las ikastolas para que la profesión de arrantzale se conozca dentro de la oferta educativa y que aquellos jóvenes que así lo quieran puedan formarse después en la Escuela Náutico Pesquera de Blas de Lezo de Pasaia, en la de Bermeo u Ondarroa».
En 2020 echó a andar Kofradia-Itsas Etxea en el Puerto donostiarra, concretamente en el emblemático edificio del Portaviones. Detrás de esta iniciativa están el conjunto de las cofradías de pescadores del País Vasco y la organización de productores de Pesca de Bajura, Opegui. «A pesar de la pandemia la respuesta del público en general ha sido de interés hacía el proyecto», dicen los responsables, que agradecen la «apertura» que han mostrado arrantzales, cofradias, lonjas, rederas, conserveras… «que al final son quienes han decidido mostrarse más para dar más luz al sector».
Dentro del objetivo formativo, que busca un relevo generacional, han comenzado por las colonias vacacionales (Izan Arrantzale) que han tenido una buena respuesta del público. Precisamente acaban de terminar las de Semana Santa. Pero la idea es ir más allá y de la mano de las ikastolas encontrar un espacio dentro del curso escolar.
«Izan Arrantzale son mañanas en las que los más jóvenes disfrutan de un contacto directo con la naturaleza, el mar y la pesca. Son talleres de pesca y medioambiente para aprender jugando sobre el mundo marino. Los sábados son talleres únicos de 4 horas, dos veces al mes, y para las vacaciones escolares tenemos Izan Arrantzale Asteak que mezclan pesca, gastronomía, ciencia y medioambiente, cómics y literatura… es un programa muy completo».
Para adultos, también
Esta vertiente formativa llega al mundo adulto, ya que Kofradia ha organizado talleres con las rederas de Hondarribia dentro del proyecto Honsare que recicla las redes a través del diseño de accesorios. Y organiza visitas a la lonja de Pasaia de la mano de Mater Itsasontzi Ekoaktiboa para mostrar el proceso desde que los arrantzales descargan la captura hasta que llega a la pescadería.
También, junto a Euskal Itsas Museoa, la entidad ofrece adentrarse en el puerto de Donostia y subirse a un barco de bajura con el patrón Borja Isturiz, que explica cómo es la vida y el trabajo de un arrantzale hoy en día.
«Y trabajamos con las conserveras de pescado de Euskadi, no solo como escaparate de sus productos, sino que también queremos mostrar su saber hacer a través de los talleres de conservas. Estos talleres son organizados según la temporada: embotado de bonito y berdel, antxoas en salazón y boquerón, ahumados…»
Está claro que desde Kofradia se han movido estos primeros meses tendiendo lazos: «Desde el inicio queremos trabajar el concepto de ‘auzolan’, donde cada organización aporta su conocimiento y lo que tiene disponible para generar nuevos contenidos y experiencias».
En este sentido con el museo marítimo trabajan en los contenidos relacionados con la cultura y el patrimonio pesquero, con el Aquarium y Azti incidirán en la vertiente científica, con Kaixo Musto y Mater Itsasontzi en la ambiental, y tanto ‘Mater’, como ‘Motoras de la isla’, como ‘Oribay Tours’, como el ‘Isturiz I’ son «aliados» para llevar a personas a la mar.
«En su momento iniciamos también un proyecto con Albaola, pero la pandemia hizo que se paralizará… habrá que ver si se reactiva», dicen. Y trabajan ahora por lanzar una iniciativa con Cristina Enea Fundazioa.
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