(EFE). Un hombre que había ocupado junto a otras dos personas una vivienda unifamiliar abandonada en San Sebastián se enfrenta a una petición de diez años y medio de cárcel por incendiar el edificio con sus otros dos habitantes dentro, uno de los cuales tuvo que descolgarse por un balcón para huir de las llamas.
Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, que serán juzgados próximamente en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, ocurrieron sobre las 12.00 horas del 30 de julio de 2017, en la segunda planta de la vivienda, donde el inculpado presuntamente dio fuego con un mechero a un colchón y a varios objetos de madera sobre los que arrojó «una sustancia no determinada» con la presunta intención «de que ardiera la casa».
El documento precisa que el inculpado actuó de esta manera «aún a sabiendas de que dentro de la casa había personas que podrían resultar afectadas» y de que «ponía en grave riesgo su vida o integridad física por el fuego».
El colchón comenzó a «arder rápidamente» mientras se propagaba por la estancia «un humo denso y negro», tras lo que las llamas comenzaron a extenderse por la segunda planta, en una de cuyas dependencias se encontraba otro de los residentes, quien al ver el fuego salió del edificio tras alertar al tercer okupa, que dormía en otra estancia del inmueble siniestrado.
Esta persona también intentó abandonar la vivienda por la puerta, pero «el intenso calor del fuego le hizo retroceder», por lo que se vio obligada a escapar «por el balcón de la habitación que ocupaba».
Posteriormente, acudieron al lugar los bomberos, que lograron sofocar el fuego cuando las llamas se habían extendido ya «por toda la segunda planta».
Ninguno de los habitantes en la casa sufrió «lesión alguna», aunque uno de ellos tuvo que ser atendido por un recurso sanitario por «acaloramiento en el rostro».
El texto del Ministerio Público aclara que la vivienda unifamiliar en la que sucedieron los hechos «se hallaba en estado de semiabandono y estaba siendo ocupada sin autorización por el acusado» y las dos víctimas.
El documento concreta además que, cuando ocurrieron los hechos, el inculpado «había ingerido drogas en cantidad tal que hacían que, en el momento de cometerlos, tuviera disminuidas sus facultades intelectivas y volitivas».
La Fiscalía considera que este incidente es constitutivo de un delito de incendio con peligro para la vida o integridad física de las personas, con la atenuante analógica de ingestión de drogas, por el que reclama diez años y medio de reclusión para el encasuado y que indemnice a los propietarios del inmueble con 69.011 euros por los daños causados por el fuego.
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