Después de casi dos meses de haber sido desahuciado Julián Gurrutxaga, de 73 años, ha podido entrar esta mañana en el caserío Gurutzeta de Astigarraga, que era su casa, a recoger sus pertenencias. Allí le han mostrado su cariño parte importante del vecindario y miembros de la plataforma Stop Desahucios.
Stop Desahucios denuncia que el pensionista «fue indebidamente desahuciado con lo puesto mientras daba de comer a sus gallinas y conejos, dejando dentro medicinas, ropa y enseres que hoy puede recuperar tras esta inexplicable tardanza de casi dos meses». Y agradece al Ayuntamiento de Astigarraga que proporcionara un alojamiento a Gurrutxaga.
Además desde la plataforma denuncian «las irregularidades judiciales del procedimiento instado por el usurero Gormedino S.L». De hecho la abogada del vecino ha presentado los recursos correspondientes.
El origen del problema
Según explicó en su momento Stop Desahucios este «lanzamiento» supone un paso más dentro del tortuoso camino que arrancó hace casi una década en el caserío Gurutzeta. «Julián tiene 73 años y es enfermo coronario; su sobrina y el marido de la misma tienen una discapacidad declarada y los tres conviven con el hijo menor de la pareja. Hace 9 años cayó en las redes de un contrato con Gormedino SL, prestamista con sede en Zaragoza.»
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