(EFE). La novia del hombre acusado de asesinar a cuchilladas a un varón el 14 de marzo de 2020 en San Sebastián ha asegurado que cuando aquella madrugada el procesado regresó a su casa, «completamente ensangrentado» y con lo que en un primer momento le pareció un «cúter» en la mano, éste le dijo que había «persona muerta en la calle».
«Me asusté mucho porque estaba lleno de sangre», ha explicado esta joven durante la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia contra su exnovio y contra ella misma por presuntamente encubrirlo tras los hechos.
Según la versión de las acusaciones, el crimen habría tenido lugar en la plaza de Cataluña del barrio donostiarra de Gros, donde el procesado habría asestado más de 40 puñaladas a su víctima, después de haber tenido una disputa con este hombre en un bar cercano en el que el fallecido, que se encontraba ebrio, habría intentado bailar con su novia.
La sesión de este martes ha estado marcada por la conducta verbalmente agresiva del procesado que ha tenido que ser desalojado de la sala al inicio de la vista, algo inédito en un juicio con tribunal con jurado en Gipuzkoa.
Tras este incidente, su abogado defensor ha pedido disculpas a los miembros del jurado por la actitud de «brusquedad» mantenida por su cliente que ha achacado a los «problemas» que padece.
El procesado no ha podido regresar hasta su turno de declaración, durante el que, en presencia de los jurados, se ha encarado al fiscal, al que ha llamado «pesado»; al abogado de la acusación particular, al que se ha referido como «notas», y a la presidenta del tribunal a la que ha replicado con descortesía en numerosas ocasiones.
En una declaración errática, llena de contradicciones y por momentos incongruente, este hombre ha afirmado no acordarse de lo ocurrido en varias oportunidades, ha negado haber matado a la víctima y, de una forma deslavazada, ha admitido ser consumidor habitual de drogas desde la adolescencia, así como que el día de los hechos había bebido y estaba medicado, si bien no ha concretado los consumos de estas sustancias que habría realizado aquella jornada.
Así las cosas, el interés de la sesión se ha centrado en el testimonio de su novia, quien ha explicado que aquella noche la víctima intentó bailar con ella en un pub de Gros y que le pareció una «falta de respeto» que la cogiera de la mano para intentarlo.
Una situación ante la que su novio «muy nervioso» le dijo que se marchara a casa, pero como ella «no quería que se pegara con nadie» le pidió que se marcharan ambos juntos.
Una vez en el domicilio, el hombre se cambió la chaqueta y le dijo que se iba al baño «muy alterado», pero como tardaba fue a buscarlo y ya no estaba, ha recordado esta mujer, quien ha explicado que cuando el hombre regresó más tarde a casa lo hizo «completamente ensangrentado», lo que le hizo sentir «asustada» y «supermal».
«No sabía qué hacer», ha declarado esta chica que ha precisado que en ese contexto en el que él estaba «muy nervioso» decidió no preguntarle «absolutamente nada», tras lo que también accedió a mantener relaciones sexuales «un poco obligada» porque no sabía si al negarse podría hacerle «daño».
«Me quedé paralizada. Pasé mucho miedo y sólo quería que no me pasara nada», ha comentado la chica, quien ha aclarado que por este motivo no relató lo ocurrido en un primer momento a la Ertzaintza, si bien, con posterioridad lo contó «con todo tipo de detalles».
«Lo siento mucho por el fallecido. No lo conté antes porque sentía mucho miedo y creo que es una cosa que se puede entender», ha indicado la chica, quien ha precisado que cuando borró la memoria de su teléfono móvil también lo hizo porque se «asustó». «Sé que hice mal y que no tenía que haberlo hecho, pero me asusté», ha recalcado.
Está previsto que el juicio continúe mañana con la declaración de varios agentes de la Ertzaintza, entre ellos el instructor que dirigió la investigación que permitió arrestar al acusado.
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