(EFE). La pareja acusada de la muerte a puñaladas de la joven donostiarra Aintzane Pujana situó al exnovio de la víctima «en el foco» de los investigadores al principio de las pesquisas que la Ertzaintza inició sobre este crimen, en un momento en el que los inculpados aún eran considerados sólo testigos del caso.
Así lo ha relatado este miércoles un ertzaina que participó en la investigación del suceso, durante la quinta jornada del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Gipuzkoa contra el hombre y la mujer acusados del crimen.
El cadáver de Aintzane Pujana fue descubierto el 4 de enero de 2021 en una zona de matorrales cerca del río Urola a su paso por Aizarnazabal (Gipuzkoa) con nueve puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
Según la tesis de la Fiscalía, que pide una pena de prisión permanente revisable, los inculpados habrían acabado con la vida de la víctima, que ejercía la prostitución, después de que ésta se negara a prestar un servicio sexual en Azpetia y le propinaran una paliza en el trayecto de regreso al agroturismo de Aizarnazabal en el que los tres residían y donde luego Pujana habría sido asfixiada y apuñalada.
Productos de limpieza
El Ministerio Público sostiene además que después de deshacerse del cadáver, los procesados se habrían desprendido de diferentes efectos y ropa de la víctima en un recorrido en coche por distintas localidades, tras lo cual compraron productos de higiene en Tolosa para limpiar los restos que podrían incriminarles tanto en el vehículo como en el agroturismo de Aizarnazabal.
En la jornada del juicio celebrada hoy, ha testificado un ertzaina que participó en la investigación, quien ha asegurado que al inicio de las pesquisas la pareja ahora acusada puso «el foco» al exnovio de la víctima, al que el inculpado varón llegó a calificar de «agresivo» y del que dijo que tenía «problemas» con la fallecida.
Al ser preguntados sobre la víctima, los procesados admitieron que Aintzane vivía con ellos en el agroturismo, pero dijeron que se había «marchado» y no sabían ya «nada» de ella.
Luego el varón especificó que tanto él como la otra chica se dedicaban a hacer «vídeos pornográficos» que luego «vendían», pero que Aintzane (a la que se referían como ‘Nahikari’) «no quería» y «prefería» dedicarse a la «prostitución», un «tema» que le gestionaban los ahora acusados, quienes se encargaban de «conseguirle» los clientes, organizaban las «citas» y las «cobraban».
Estaba «desvalida»
El encausado también aseguró a este policía que Aintzane se encontraba «desvalida» cuando la conocieron y que ellos «la habían ayudado metiéndola en su casa».
También le relató que el día de su desaparición la víctima había discutido con su novio por teléfono mientras los tres se dirigían a un servicio de prostitución en Azpeitia que no se llegó a prestar y que, ya de regreso al agroturimo de Aizarnazabal, como ella seguía discutiendo por el móvil, le pidió que dejara de hacerlo y que de lo contrario se fuera de allí, instante en el que Aintzane cogió a un conejo que tenía de mascota y «se marchó».
En otro momento de la vista han declarado varios ertzainas que encontraron restos de sangre en las ruedas de unas maletas localizadas en el agroturismo y en una de las dos zapatillas que había en su interior y, a preguntas del Fiscal, dos de ellos han considerado que podrían ser compatibles con las de la víctima -cuyo cadáver apareció descalzó-, aunque ninguno ha podido concretarlo con total seguridad.
Otros agentes han revelado que también se encontraron restos de sangre en el interior del coche de los acusados. Está previsto que el juicio prosiga mañana con la declaración de nuevos testigos.
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