(EFE). «Volvía con un amigo de pescar en San Pedro. El acusado se me tiró encima y me apuñaló». Con estas palabras ha recordado la víctima la agresión que sufrió el 18 de julio de 2023 cuando el procesado le atacó a la altura de Pasai Antxo, camino de su domicilio.
La víctima, de nacionalidad extranjera al igual que el procesado, ha descrito brevemente lo sucedido aquella madrugada al ser preguntado por el fiscal en la primera sesión del juicio por estos hechos, en la que la defensa, que admite lo sucedido, no ha formulado pregunta alguna a los testigos después rechazarse su petición de suspender la vista a la espera de un informe psiquiátrico al que no ha podido acceder hasta momentos antes de la sesión y que deberá ser ampliado con la vista ya iniciada.
El abogado del acusado considera este documento «fundamental e imprescindible» para su línea de defensa ya que solicita que se aplique a su representado la eximente completa de alteración psíquica.
La Fiscalía por su parte reclama para el procesado siete años de cárcel y que compense al agredido con 6.419 euros por los daños y las secuelas sufridos.
Dos cuchillos
Según la versión del Ministerio Público, los hechos sucedieron sobre las 3.00 horas del 18 de julio del año pasado, cuando el encausado atacó con dos cuchillos sorpresivamente a la víctima mientras caminaba junto a un amigo.
El agresor había robado los cuchillos media hora antes en la vivienda de su exesposa, donde había prendido fuego a algunos objetos de la casa, lo que causó un incendio que fue rápidamente apagado por la mujer, según informo en su momento la Ertzaintza.
La Fiscalía admite que el encausado estaba «afectado por un trastorno por consumo de múltiples tóxicos, asociado a unos rasgos disfuncionales de personalidad sobre los que parece injertado un trastorno psicótico que provocó una limitación de sus facultades intelectivas y volitivas».
En su comparecencia ante el tribunal, la víctima ha explicado hoy en un mal castellano que fue abordado de forma repentina por el acusado cuando regresaba de pescar y que éste le dio varias puñaladas, que le afectaron a un pulmón y a otras partes del cuerpo.
«Me dijo que uno de los cuchillos mataba y el otro no», ha precisado el agredido, quien poco después perdió el sentido y ya no tuvo consciencia de lo sucedido.
Sin embargo su acompañante, que también ha declarado en el juicio, ha explicado que, al ver al procesado acometiendo a su amigo «sin provocación previa», le tiró encima una bicicleta para intentar que cesara en sus acometidas, al tiempo que intentaba pedir ayuda a una ambulancia que circunstancialmente pasaba por allí.
Una persona apuñalando a otra
Los dos sanitarios, que trasladaban en este vehículo a una mujer junto a su hijo enfermo, han dicho que en un primer momento pensaban que se trataba de un accidente de tráfico, si bien el conductor vio luego a una persona sobre otra apuñalándola e intentó maniobrar con la furgoneta para impedirlo al tiempo que accionaba las sirenas y solicitaba ayuda a la Ertzaintza.
Posteriormente, los sanitarios de esta ambulancia atendieron al perjudicado, quien presentaba al menos una herida penetrante en el tórax, hasta la llegada de otro vehículo dotado de soporte vital básico.
Los dos agentes de la Policía Vasca que respondieron en un primer momento a la llamada de auxilio han precisado que cuando ellos llegaron el agresor estaba esgrimiendo los dos cuchillos.
Han aclarado no obstante que, aunque en un primer momento era «reticente», después hizo caso a sus indicaciones para que dejara a la víctima, depositara los cuchillos en el suelo y un tercero que portaba entre sus ropas, y accediera a tumbarse en el suelo antes de ser detenido.
Al ser interrogado por el fiscal durante el juicio el acusado ha dicho recordar que aquel día estaba en Pasaia Antxo con dos cuchillos, pero no recuerda el resto del incidente, aunque ha asegurado que «escuchaba voces» que le perseguían y que le decían: «dale, dale».
El juicio continuará este martes con las declaraciones de más agentes de la Ertzaintza y varios peritos.
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