(EFE). Tan discreto y enigmático como Cristóbal Balenciaga, el diseñador catalán Josep Font ha reaparecido este jueves en el museo dedicado al gran modisto en Getaria (Gipuzkoa) con motivo de la exposición que reúne algunas de sus creaciones más relevantes para alta costura y prêt-à-porter de las dos últimas décadas.
Es la primera muestra antológica que se organiza sobre su obra y con ella el museo abre una nueva línea que explorará la influencia de Balenciaga (Getaria,1895-Xávia,1972) en la moda actual a través de los diseños de creadores contemporáneos.
«Josep Font. Belleza e inquietud» es la primera propuesta, que reúne 54 piezas de indumentaria de colecciones que el diseñador presentó en Barcelona, Tokio, Madrid, París, Nueva York y Londres, en unos casos bajo su propia marca y en otros como director creativo de Delpozo, su último destino antes de dejar el mundo de la moda en 2018.
A las dos etapas en esas marcas pertenecen también los zapatos, perfumes y tocados con los que se complementa la muestra, comisariada por Josep Casamartina i Parasols, director de la Fundació Antoni de Montpalau, de la que proceden las piezas expuestas.
El conjunto se completa con fotografías emblemáticas de Joseph Hunwick, Javier Biosca y Ernesto Artillo, además de una entrevista realizada al creador por el Museo Victoria & Albert de Londres.
El comisario y la directora del museo, Miren Vives, han presentado «Josep Font. Belleza e inquietud» en una rueda de prensa junto al delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, y al viceconsejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Andoni Iturbe.
Ellos han puesto la voz y Josep Font (Santa Perpètua de Mogoda-Barcelona, 1965) ha aportado su callada presencia durante el recorrido por las salas donde se podrán contemplar sus creaciones desde este viernes hasta el 7 de enero del próximo año.
Sí han llegado sus palabras a través del dossier que el Museo Balenciaga ha facilitado a la prensa. Dice que esta exposición es importante para apreciar mejor su producción.
«Mucha gente vio las prendas de DelPozo en desfiles o en ‘celebrities’. Lo realmente interesante es percibir cómo están hechas, la composición y conjunción de colores y tejidos, cómo caen… Hay que valorarlo de cerca», remarca Font, que recibió el Premio Nacional de Diseño de Moda en 2014.
En la «pletórica» producción de Font, como la define el museo, se pueden distinguir «tres grandes períodos», casi «en paralelo» además a las tres décadas en las que trabajó como diseñador.
Así, la muestra se estructura en torno a esas tres etapas; la primera de ellas de esos inicios en los que Font consolidó su propia marca con Luz Díaz, que se había formado con él en la Escola Superior de Disseny i Moda Felicidad Duce, de Barcelona, y con la que crea a finales de los años 80 «una estética de colores sobrios, austera y depurada».
«Sin embargo, en 1995, Font sigue su carrera en solitario y a finales de esta década evoluciona hacia un mundo mágico e hipersensible, de amplias coloraciones, tejidos lujosos y refinados, bordados espectaculares y atrevidos, alcanzando el éxito internacional», cuenta de él el Museo Balenciaga.
El proceso culmina en las tres colecciones de prêt-à-porter y las cuatro de alta costura —entre 2008 y 2009— con las que triunfa «de manera absoluta» en París.
La segunda fase de su trayectoria llega con el relanzamiento de Delpozo, pues tras perder su propia marca en 2011 y diseñar durante un año para otras empresas de forma anónima, Font se encarga de remodelar la firma del fallecido diseñador madrileño Jesús del Pozo.
Font dirige «todo el nuevo concepto de la marca y sus tiendas en Madrid, Miami, Londres, Moscú y Dubai» y «crea una línea de prêt-à-couture impecable, rigurosa, innovadora y exquisita».
«Es una etapa muy depurada, de volúmenes contundentes y atrevidos, pero a la vez ingrávidos, en los que se deja sentir la huella de Cristóbal Balenciaga, así como la de Emilie Flöge —refinada modista vienesa, íntima de Gustav Klimt—, el mundo mágico e hipersensible del pintor ruso Andrey Remnev, o las propuestas cromáticas del alemán Josef Albers», destaca Balenciaga Museoa.
Tras este arranque, Josep Font llega al cénit de su carrera como creador de Delpozo. El Museo de Getaria resalta que, entre 2012 y 2018, creó diecinueve colecciones, que son en las que «se vislumbra de forma más evidente la influencia de Cristóbal Balenciaga».
«En Delpozo, el diseñador catalán alcanza su madurez y el máximo reconocimiento a escala mundial con las colecciones que presenta en Madrid, Nueva York, París y Londres, y sitúa a la marca entre las favoritas de la alfombra roja y las celebridades como Keira Knightley, Cate Blanchett, Julianne Moore, Elle Fanning, Rihanna o Zendaya, creando tendencia y marcando un hito en el mundo de la moda», subraya.
Pero como destaca el comisario de la exposición, la mirada de Font a Balenciaga nunca fue «mimética», sino que las creaciones del diseñador, que también estudió Arquitectura, son resultado de «una interpretación muy personal a partir del estudio del volumen, la construcción arquitectónica y la ornamentación del propio tejido».
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