«En un festival en que se presentan películas de gente que admiramos tanto como Juan Antonio Bayona, Fernando Trueba o Isabel Coixet, nos hubiese gustado hacer menos ruido. No era nuestra intención. No pensamos que la cosa iba a crecer como ha crecido». Así se han expresado esta tarde Jordi Évole y Màrius Sánchez tras los primeros pases de ‘No me llame Ternera’ en el Festival de San Sebastián, con un ruido antes y después que más bien ha sido estruendo. Un estruendo que comenzó con 500 firmas pidiendo que se cancelara la emisión por considerar que suponía un «blanqueo» del terrorismo de ETA.
En el documental Jordi Évole entrevista a un terrorista tan conocido como es Josu Urrutikoetxea, ingresó en la banda con 17 años, y también a Francisco Ruiz, que escoltaba al alcalde de Galdakao Víctor Legorburu cuando fue asesinado. Corría el año 1976 y el escolta resultó muy mal herido. A Ruiz le llamaron para que participara en el documental cuando vieron que durante su entrevista Ternera se adjudicaba el asesinato del alcalde del Galdakao.
Ambos, Évole y Màrius, han explicado que la idea de este trabajo comenzó en 2020 y tardaron dos años en lograr que Ternera accediera a la entrevista. Intuyen que quizá lo hizo animado por alguna persona de su entorno, aunque este extremo no lo tienen muy claro.
«Entrevistar no es blanquear», ha reiterado Évole, igual que ha recordado que «las víctimas no son un colectivo homogéneo» y ha puesto el ejemplo de varias que quieren ver el documental o que ya han visto parte y han mostrado su conformidad. También han incidido ambos en que pese a la polvareda, ruido, críticas… «la experiencia está siendo gratificante».
Mucho se les ha preguntado en la rueda de prensa sobre su opinión personal respecto a Josu Ternera. «No tengo una opinión personal de este hombre», ha dicho Évole. «Es un militante que pone la organización por encima de todo. Nos decepcionó porque hubiéramos querido un lenguaje más conciliador. Hablaba más para los presos de ETA, para la militancia… hablaba más para dentro que para fuera«, ha dicho el entrevistador, que en otro momento ha comentado que con el documental querían «arrojar luz donde nunca había habido luz».
«El interés periodístico es indiscutible. Y vivimos un momento en que no hace tanto tiempo que ETA dejó de matar. 12 años. La historia de todos los países duele, también duele la nuestra«, han dicho Évole y Sánchez.
¿Respecto a los movimientos en contra del documental?, lo tienen claro. «Tenemos a una ciudadanía formada y no necesita que le digan lo que tiene o no que ver», han dicho ambos sobre el próximo lanzamiento de ‘No me llame Ternera’ en la plataforma Netflix. Más sobre el festival, aquí.
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