«Soy un poco referente del flamenco y de la danza española en el mundo. He llegado a países a donde no había llegado más que Julio Iglesias. Y es impresionante cómo en otros países descubren el flamenco y la gente se emociona tanto». El bailarín Joaquín Cortés presentará ‘Esencia’ este domingo en el Kursaal donostiarra y tiene razón cuando dice que es un lujo para los aficionados locales, ya que se trata de un «aperitivo» antes de embarcarse rumbo a América que solo ha podido disfrutarse antes en el Lizeo de Barcelona y en el Teatro Real de Madrid.
«Traemos un gran musical flamenco con 18 músicos, un cuerpo de baile y dos colaboraciones especiales: una bailaora y un bailarín de contemporáneo. Son dos horas de música y danza puras, siempre con el sello de Joaquín Cortés». Ese sello, reivindica Cortés, es esa fusión que él inventó hace 30 años «y que parece que ahora está de moda».
Con este espectáculo Cortés ha querido mirar atrás, «pero nunca hacer lo mismo».
«Despueś de 42 años de carrera supone volver a la esencia, a la niñez, a cuando empezaba. Soy muy afortunado porque me he estado empapando de muchas culturas, así que sobre el escenario se verá baile clásico con danza contemporánea y moderna, y en música se escuchará jazz, flamenco, música árabe, latina, clásica…»
El bailarín ha recordado esta mañana en el Kursaal que a los 12 años bailaba y a los 19 años ya estaba montando su propia compañía con sus coreografías. No ha recordado exactamente cuándo fue la última vez que actuó en San Sebastián, «pero ha llovido bastante» y asegura que la evolución se notará en el escenario.
Próximamente ‘Esencia’ iniciará un periplo que le llevará por todo el mundo. Empezará en Nueva York tras una veintena de actuaciones desde Sudamérica a Canadá viajará por Asia, Europa…
Quizá ‘Esencia’ logre batir el récord de ‘Pasión gitana‘, que 30 años después sigue siendo la obra española más vista en los escenarios del mundo e inmortalizó el sello de Joaquín Cortés.
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