Jessica Chastain no duda en decir que el de la predicadora evangelista Tammy Faye es el papel más complicado que ha realizado en su carrera y realmente lleva muchos personajes encima. No sorprende. Y es que Jessica Chastain no se ha quedado en lo ‘risible’ del que tal y como ha dicho todos se reían. Ha practicado concienzudamente su acento de Minesota, su voz, la forma de cantar (porque la Chastain canta en esta película), y ha descubierto «la soledad» de la predicadora. «Han sido años de escucharla una y otra vez», ha dicho la actriz, que ha maravillado con su actuación al público donostiarra en el Festival de San Sebastián.
En los años 70 y 80 Tammy Faye y su marido Jim Bakker crearon la red de cadenas religiosas más grande del mundo, así como un parque temático, y gozaron de una inmensa popularidad gracias a sus mensajes de amor, aceptación y prosperidad. Sin embargo fueron presas de irregularidades financieras, rivalidades e intrigas y los escándalos derrocaron el imperio.
El personaje fue ciertamente célebre y recordaba esta tarde Jessica Chastain que se crió viendo parodias de esta mujer. «Los cómicos se reían de ella, la llamaban fea, estaba en las portadas de las revistas, la trataban de manera inhumana».
Chastain, acostumbrada a «buscar la suciedad por debajo de las uñas en los personajes», vio «todos los vídeos», leyó «todos los libros», se reunió con personas que la conocieron y llevó «al límite» su técnica para lograr «una versión auténtica, no una caricatura». Y no es fácil. Basta con escuchar a la predicadora para descubrir que no es raro que la actriz diga que la voz ha sido de los detalles más complicados de lograr. En todo caso no obvia que la compasión y el amor al prójimo eran dos cualidades en su personaje que no ha querido dejar pasar por alto.
El director Michael Showalter se sumó al proyecto, que venía de antes, en primavera de 2019. Y «en un momento de divisiones políticas» le pareció especialmente interesante contar esta historia. Respecto a la actriz ha dicho que él se limitó a corroborar que lo estaba haciendo bien. «Jessica da todo lo que tiene en el trabajo», ha añadido Showalter.
Le han preguntado a Chastain si se ve compitiendo con Javier Bardem por la Concha de Oro a la mejor actuación, ya que este año hay una única categoría sin género y ambos nombre suenan para el palmarés que se dará a conocer el sábado. La actriz ha hablado de «hermandad sagrada» con Bardem, con Penélope Cruz y con otros actores, a los que ha calificado de «vulnerables» pese a su «inspiración» dirigida al exterior.
Hablando para la prensa en Donostia ha reflejado esta actriz que esa «vulnerabilidad» que afirma sufre, esa «inseguridad» que padece cuando le toca cantar ante las cámaras (tomó whisky para calmarse en las primeras tomas) las supera a base de mucho trabajo. «Papel a papel me estoy empujando. Dudo y me cuestiono siempre. En esta ocasión sí he disfrutado con este papel porque esta mujer, Tammy Faye, también disfrutaba con lo que hacía».
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