Cuando nació, en 1966, hace la friolera de 57 años, era una ocurrencia. Hoy nadie discute la fortaleza del Jazzaldia, que luce como uno de los activos culturales de San Sebastián y ofrece una selección musical rica, diversa y para todos los gustos, dentro y fuera del jazz. El programa de esta edición se disemina a través de 16 escenarios y cuenta con una serie de grandes artistas y estrellas consagradas como Norah Jones, Ben Harper o Pat Metheny.
Entre el próximo 21 y 25 de julio se celebrarán un total de 90 conciertos, de los cuales nada menos que 60 son gratuitos. Una extensa programación que acotaremos a 8 apuestas musicales totalmente gratis con el escenario de la playa de la Zurriola y sus aledaños como gran núcleo central.
Village People (viernes 21, 20:45 horas. Escenario Keler)
¿Música disco, una imagen chillona y estribillos que se pegan como un chicle para la inauguración del festival de jazz más antiguo de España? Village People empezaron sonando en los locales gais de Estados Unidos en verano de 1977 y después dieron forma a una banda de carne y hueso donde reproducían con mucho sentido del humor los estereotipos de la comunidad homosexual. ‘Macho Man’, ‘San Francisco (You’ve got Me)’, ‘In the Navy’, ‘Go West’ (popularizada más tarde por los Pet Shop Boys) y, por supuesto, ‘YMCA’, triunfaron a finales de los 70.
La banda entró en declive en los años 80 y 90, y su trayectoria se vio lastrada por el sida, el cáncer y hasta el suicidio de uno de sus miembros. Un gran drama humano asoló a los reyes del divertimento y el chiste fácil. Además, desde hace unos diez años hay una guerra abierta por el derecho de las canciones y el legado del grupo. El Policía David Hodo es el que dirige actualmente el cotarro de unos renovados Village People que no se han librado de las críticas por unos shows aparentemente flojos. En realidad, Village People son él y su grupo. Pero como la nostalgia (y la curiosidad mitómana) mueve montañas, su inclusión en esta lista está más que justificada.
Fred Wesley & The New JB’s (viernes 21, 23:30. Escenario Keler)
Quizá su nombre no le diga mucho a algunos, pero el trombonista de Alabama ha sido una pieza fundamental en el devenir del funk. Fred Wesley formó parte de la banda de James Brown en la década de 1960 y a mediados de la siguiente se alejó de la órbita del padrino del soul para unirse a otro pionero y artista total, George Clinton, el alma creativa de Parliament/Funkadelic. Seguramente, sin las aportaciones de Wesley como músico, compositor y productor la historia del funk no hubiera sido la misma.
A sus 80 años, Wesley es todo un superviviente que ha compaginado una intermitente carrera en solitario que no arrancó hasta finales de los años 80 con colaboraciones con otros grandes artistas. Toca seguir bailando después de la pachanga festiva y carnavalesca de Village People.
https://www.youtube.com/watch?v=c0OwZp6ucHU
Elena Setién (sábado 22, 21:00 horas. Nauticool)
Tras un tiempo viviendo en tierras nórdicas, Elena Setién regresó hace unos años a San Sebastián y empezó a desarrollar un proyecto en solitario que, partiendo del pop, se ha vuelto cada vez más etéreo y experimental. Su apuesta por texturas y sonidos complejos y poco comerciales no le ha cerrado puertas, más bien al contrario: el prestigioso sello indie de Chicago, Thrill Jockey, se encarga ahora de publicar sus álbumes. El último LP de Setién es Unfamiliar Minds (2022).
En directo, la artista donostiarra suele rodearse de músicos excelentes (Mikel Azpiroz a los teclados, el batería Karlos Arancegui) y la calidad siempre está asegurada. En el pequeño escenario del puerto, se espera que Elena Setién repase algunos hitos de su discografía junto a canciones de Nancy Sinatra y otros artistas de los años 60.
Blue Lab Beats (sábado 22, 21:00 horas. Escenario Keler)
Jazz y música negra para la Generación Z. Blue Lab Beats es un dúo londinense que tritura en una batidora innumerables estilos y no se casa con ninguno de ellos. En 2020 ficharon por Blue Note, la casa de Miles Davis y John Coltrane entre otras muchas primeras espadas de la historia del jazz. Estos chicos que se hacen llamar NK-OK (Namali Kwaten) y MR.DM (David Mrakpor) no paran de sacar discos desde su estreno con el EP Blue Skies, de 2016. El directo Jazztronica-Live at Late Night Jazz Royal Albert Hall es su última referencia discográfica. La revista inglesa Clash define a Blue Lab Beats como un caleidoscopio musical: “Afrobeat meets jazz meets electronics meets boom-bap hip-hop within grime’s architecture». Mucho ojo pues a este imparable cruce de géneros.
Sara Dowling (domingo 23, 20:00 horas. Escenario Frigo)
Difícil resistirse al encanto vocal de Sara Dowling, que en 2019 le valió el reconocimiento de mejor cantante en los British Jazz Awards. De origen árabe (su padre trabajó como piloto en la península arábiga cuando ella era una niña), Dowling empezó tocando el violonchelo en su nueva vida europea y, según cuenta, no se animó a cantar hasta que, un día, entró a un club de jazz de Mánchester y reunió el valor suficiente para subirse el escenario. Ahí descubrió que ese era el camino que quería tomar. Influida por las grandes maestras del jazz vocal (Sarah Vaughan, Billie Holiday, Ella Fitzgerald), Dowling trata de aportar su personalidad y no quedar en una mera imitación. En Donostia actúa por partida triple y solo el concierto de Chillida Leku, del 22 de julio, es de pago a un precio de seis euros.
Tiken Jah Fakoly (domingo 23, 23:30 horas. Escenario Keler)
En la mezcolanza estilística que se impone en el territorio playero, después del pop-rock inflado de los murcianos Arde Bogotá llega el turno del comprometido artista marfileño Tiken Jah Fakoly. De la mano de ‘Plus rien ne m’étonne’ (ya nada me asombra), canción incluida en el disco Coup de Goule (2004), Fakoly se convirtió en una estrella del reggae, especialmente en Francia, emulando así a su compatriota Alpha Blondy con un discurso profundamente político y social. Combativo e irreductible, las canciones con mensaje inundan su LP más reciente, Braquage de Pouvoir (atraco de poder), donde pide al pueblo africano que se una “marchando en la misma dirección” independientemente de sus etnias, tribus y religiones. Como el ‘Power to the People’ de John Lennon, pero en clave reggae.
Ezra Collective (lunes 24, 21:00 horas. Escenario Keler)
No es muy habitual ver a una formación de jazz en el selecto programa Tiny Desk de la cadena pública estadounidense NPR. Pero es que los británicos Ezra Colletive son de todo menos convencionales: “We make jazz music and we mix it with everything else” (hacemos música jazz y la mezclamos con todo lo demás), dijo su batería y líder Femi Coleoso en aquel Tiny Desk de finales del año pasado. Esta formación de música instrumental influida por el afrobeat, el funk y el hip hop es uno de los grandes nombres del jazz contemporáneo.
Sus cinco miembros son tan buenos músicos y abiertos de miras como para ponerte a bailar y hacerte pasar un buen rato sin renunciar a sus credenciales jazzísticas y traicionarse a sí mismos. La calidad no está reñida con el éxito ni el entretenimiento. Ezra Colletive son unos modernos. Con la compra de su último LP, Where I Meant to Be Orange (2022), regalan un gorro de pescador o bucket hat que se puso de moda en los 90 y que en los últimos años ha vuelto con fuerza.
Bamms (lunes 24, 22:30 horas, Espacio Frigo)
Si hemos optado por abrir esta selección de conciertos recomendados con Village People y sus himnos horteras y populares, no debería causar ninguna sorpresa cerrar la lista con el enérgico rock and roll y punk rock de Bamms. El grupo de Donostialdea atesora dos álbumes (Bamms y Last Chance) que devuelven al presente cierta música facturada a finales de los 70 en Inglaterra y Estados Unidos. Canciones de puño en alto, guitarrazos y un frontman que se deja la piel en directo son algunas de sus principales bazas para sudar de lo lindo y desconectar del plácido ambiente jazzístico.
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