(Gemma Bastida/EFE). Inmersa aún en la gira de presentación de su último álbum, «Limones de oro», la cantautora Izaro Andrés anuncia un parón temporal en 2023 para coger aire y «volver con fuerzas» para grabar su nuevo disco, «muy personal» y «diferente», que ya tiene encarrilado y prevé publicar a finales del próximo año.
Izaro (Mallabia, Bizkaia, 1993), una de las referentes de la actual escena indie vasca, lanzó a principios de este año «Limones de oro», un doble disco lleno de colaboraciones con artistas como Zahara, Rozalén, Amaral o Xoel López en el que la compositora y cantante reinterpreta los temas de su anterior trabajo, «Limones en invierno».
«Limones de oro», explica a EFE la artista, es como «un puente» entre el anterior disco, que vio la luz a principios de 2020, justo antes de la pandemia, y el nuevo trabajo que espera publicar en 2023: «Es como pasar página y empezar una nueva etapa».
Y es que la crisis de covid, afirma Izaro, hizo que el lanzamiento de «Limones en invierno» fuera un tanto «agridulce» y que el público no pudiera disfrutarlo por el cierre inicial de las salas y las posteriores restricciones.
Aunque la artista dio decenas de conciertos, pensó que tenía que devolver al público «el favor de haber mantenido vivos los limones» durante estos tiempos difíciles, y ahí surgió la idea de preparar un disco con colaboraciones.
«Quería regalar al público ese disco y tras ello embarcarme en uno nuevo», señala Izaro, que comenta que la grabación del álbum fue «un jaleo», por la dificultad de conciliar las apretadas agendas de los artistas, pero que el resultado ha sido más que satisfactorio.
«Ha sido todo un reto y un aprendizaje. Este disco es un regalo que me llevo yo también, es una maravilla», comenta la artista, que esta semana ha actuado en Málaga en el marco de la gira San Miguel On Air, que la llevará en las próximas semanas a salas de otras ciudades españolas como Sevilla, A Coruña, Vigo, Zaragoza, Burgos, Oviedo, Valencia o Barcelona.
Las nuevas canciones, casi listas
Tras más de cien conciertos en dos años, Izaro, que anteriormente había publicado ‘Eason’ (2018) y ‘Om’ (2016), concluirá en enero la gira de «los limones» y estará fuera de los escenarios «durante un tiempo».
Le apetece parar, descansar de la exposición pública, reponer fuerzas y adentrarse en su nuevo disco, del que prefiere no adelantar mucho. Asegura, eso sí, que tiene listas «casi todas las canciones» que conformarán el álbum y que ya las está tocando con sus músicos.
Será un disco «bastante personal» y «muy diferente», de «otro color que los limones», pero también «muy para adentro», conectado con las raíces musicales, precisa Izaro, que canta en castellano, euskera e inglés.
¿Qué le lleva a componer en uno u otro idioma? Todo parte, explica, de una palabra, de una frase, de una sonoridad… de manera que si lo que le inspira es una expresión en euskera, sigue por allí y compone esa canción en ese idioma.
«Lo más fascinante de los idiomas es que cada uno tiene sus propias palabras que no se pueden traducir», afirma la artista vizcaína, que reconoce que el euskera le ayuda a querer a su gente y ella ayuda al idioma «dándole aire» y sacándolo de sus fronteras. «También ayudo a la gente a acercarse a este idioma, es una cadena de favores», subraya.
Izaro, que disfruta escuchando canciones que hablan de su autor, porque «te hacen sentir que lo conoces un poco más», ha tocado en otros países como Argentina o México, donde espera volver pronto porque su gente le ha acogido muy bien y es muy apasionada de la música.
Fan «de las cosas cotidianas», como acurrucarse en un sofá viendo la tele y comiendo chocolate o bañarse en la playa con amigas, Izaro afronta cada concierto como «una aventura» y espera dar «un final feliz a los limones» tras dos años de gira y el aplauso del público y la crítica.
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