(EFE). Jóvenes pertenecientes a la Gazte Asanblada (asamblea juvenil) de Zestoa (Gipuzkoa) irrumpió ayer domingo en la misa mayor de esta localidad enmascarados y con buzos blancos para protestar contra el proceso de desalojo de un local de la Iglesia que tienen ocupado como ‘gaztetxe’.
El conflicto entre estos jóvenes y la diócesis de San Sebastián se remonta al pasado mes de febrero, cuando este grupo ocupó la denominada casa Elizondo, que pertenece a la iglesia parroquial de Zestoa, según ha indicado este lunes el PNV de la localidad.
La diócesis ha iniciado un procedimiento judicial para el desalojo de los jóvenes, que comenzaron una campaña de apostasía y han llevado a cabo diversas movilizaciones contra la Iglesia.
El pasado viernes celebraron una concentración de protesta para exigir que se suspenda el proceso de desalojo ante el Buen Pastor, a cuyo interior accedieron para entregar solicitudes de apostasía.
Además, este domingo, tal y como ha publicado este grupo en las redes sociales y ha denunciado el PNV, varios jóvenes interrumpieron la misa en Zestoa y exhibieron una pancarta con el lema en euskera «Iglesia avariciosa y especuladora. Parad el desalojo del gaztetxe«, al tiempo que arrojaron billetes simulados.
El PNV ha condenado, en un comunicado, que «una organización se haga con una casa que es propiedad ajena, sea de quien sea, ocupándola y apropiándosela sin más y sin acuerdo con el propietario, sea una persona o una entidad».
Además, expresa su repulsa con el «ambiente de amenazas» generado por la asamblea juvenil y los daños causados en la iglesia de Zestoa y en otros templos de los alrededores, como Lasa, Arroagoia, Arroabehera y Aizarna, en los que han aparecido pintadas y se ha aplicado silicona a algunas cerraduras, además de cerrar vallados con candados.
Los jeltzales han expresado su solidaridad con la comunidad cristiana de Zestoa, al tiempo que han advertido de que no tolerarán «comportamientos opresivos» en la localidad.
Esta formación ha instado a la Gazte Asanblada «a poner fin a la ocupación, a abandonar el edificio de la parroquia y a dejar de vulnerar las libertades de las comunidades cristianas».
También han criticado la actitud del Ayuntamiento, gobernado por EH Bildu, al que acusa de intentar quedar bien con las dos partes, lo que «da alas a la ocupación» del edificio de la diócesis.
Fuentes del PNV han indicado que la campaña de pintadas y sabotajes contra iglesias se ha extendido a otras localidades guipuzcoanas como Azpeitia, Azkoitia y Beasain, así como a municipios vizcaínos como Otxandio y Amorebieta.
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