(EFE). La Ertzaintza ha abierto una investigación interna para determinar si hubo fallos en el sistema de protección a víctimas de la violencia machista que hiciesen posible la desaparición de una mujer maltratada y de su bebé de 10 meses de un centro tutelado por la Diputación de Gipuzkoa situado en la zona de Donostialdea.
El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha informado de esta decisión en declaraciones a los periodistas a su llegada al pleno del Parlamento Vasco, y ha confirmado que la mujer ya no está en España.
«Sabemos que cruzó la frontera (a Francia). Eso está probado», ha precisado sobre el paradero de la víctima, que desapareció después de salir a pasear y montarse en un coche con su agresor, que tenía una orden de alejamiento de su expareja y el bebé, y sobre el que ya hay una orden de búsqueda a nivel nacional e internacional.
El consejero ha informado además de que se ha abierto una investigación interna en el seno de la Ertzainza para determinar si algo falló en la protección de esta víctima de la violencia machista, cuyo paradero todavía se desconoce.
«Se han publicado informaciones que apuntan a actuaciones concretas de responsables concretos de la estructura de la Ertzaintza que pueden entrañar responsabilidad y que no pueden pasar desapercibidas en el seno de la Ertzaintza. Hay que abrir una investigación, siempre se hace así para reconstruir la secuencia completa de lo que sucedió a lo largo de esa jornada y media», ha señalado.
Erokoreka se refiere a la información que publica el Diario Vasco, en la que relata que un juzgado investiga este caso. Señala que el centro avisó el pasado sábado de la intención de salir de esta chica a la Ertzaintza al ser una víctima de alto riesgo.
No obstante y a pesar de este aviso la mujer abandonó finalmente el centro sin protección y poco después cámaras de videovigilancia le grabaron junto a su niña mientras eran seguidas por su presunto agresor, sobre el que pesa una orden de alejamiento. Al parecer, ambas acabaron subiéndose a un coche con él.
La información agrega que el aviso fue recibido por la comisaría correspondiente a las 11.00 de la mañana del sábado ya que la mujer iba a salir alas 15.00 horas, para que se estableciese la vigilancia pertinente que consiste en activar patrullas uniformadas y en realizar labores de contravigilancia con agentes de paisano.
La mujer había pedido que se colocara al agresor una pulsera telemática para controlar sus movimientos, una petición que se iba a tratar en una vista este mismo viernes, día 27, han indicado fuentes de la investigación.
La Ertzaintza había establecido que la víctima se encontraba en una situación de riesgo especial, pero ésta rehusó la escolta policial que se le ofreció en dos ocasiones, por lo que se optó por un servicio de contravigilancia no uniformada de manera preventiva durante todo el día, además de labores de patrulla por la zona.
La hipótesis que manejan los investigadores es que, de alguna manera, ella estaba en contacto con el hombre y se marchó con él en un coche con el que cruzaron hacia Francia, han añadido las fuentes.
La mujer se encontraba en unos de los pisos para mujeres maltratadas de la Diputación de Gipuzkoa por falta de recursos, pero no estaba bajo tutela de la institución foral.
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