Agentes de la Policía Nacional en País Vasco y funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria se han incautado de 534 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona que viajaban camuflados en una autocaravana, según ha explicado este miércoles el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso. “El valor de la droga en el mercado al por menor”, ha señalado el delegado, “se habría elevado a más de 60 millones de euros y su destino principal era Euskadi”.
Una operación conjunta de la Agencia Tributaria y la @policia permite intervenir una autocaravana lista para introducir desde Sudamérica 534Kg de cocaína en Euskadi (60M€ en el mercado).
2personas han sido detenidas gracias a una investigación de 2años.https://t.co/wylo4XgQDc pic.twitter.com/IminVozpNm
— Denis Itxaso (@DenisItxaso) July 27, 2022
Para introducir la droga en España, a finales de 2019 la organización envió por barco la caravana con dos kayaks y un soporte para bicicletas con idea de simular un traslado para la práctica de actividades al aire libre. Más de dos años después, y superadas las restricciones sanitarias provocadas por el Covid-19, el vehículo se envió de regreso a España, siendo finalmente interceptado en el puerto de Barcelona. En el marco de las mismas actuaciones se ha procedido a la detención de dos integrantes de la organización criminal.
El delegado del Gobierno ha presentado el alijo en el Complejo que la Policía Nacional tiene en la localidad de Basauri acompañado de un responsable de la Agencia Tributaria y del jefe superior de la Policía Nacional en Euskadi, el comisario principal Jesús Herranz.
Itxaso ha explicado que la operación, denominada ‘Keja-Ojo Salado’, “es fruto de una larga, compleja y laboriosa investigación llevada a cabo por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Jefatura Superior de Policía Nacional en el País Vasco y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en País Vasco. La eficacia de ambos cuerpos ha permitido esta incautación”.
Un ingenioso plan de transporte
Fruto de esta cooperación internacional entre las distintas Aduanas y la Policía, a finales del año 2019 los investigadores tuvieron conocimiento de los preparativos de una organización de narcotraficantes para introducir una importante cantidad de estupefacientes en el territorio nacional.
La sofisticada estrategia de la organización criminal pasaba por la utilización de los canales de comercio exterior para la exportación de una autocaravana a un país sudamericano simulando que iba a ser utilizada para la práctica de actividades al aire libre. Con ese objetivo, el vehículo se había pertrechado con dos kayaks en su parte superior y un soporte para bicicletas, tratando así de dificultar su detección por parte de la Aduana a su posterior regreso al territorio nacional.
Mientras los integrantes de la organización criminal viajaban en avión a Sudamérica, la autocaravana era transportada en un buque que salía de España a finales del año 2019.
Con toda probabilidad, la expectativa de la organización era regresar con la droga en unos meses, pero la pandemia provocada por el Covid-19, con el consiguiente cierre de fronteras, frenó la operación.
La organización criminal fue paciente, y posiblemente convencida de que la estrategia que había diseñado resultaría fructífera, esperó a la normalización del transporte marítimo para llevar la autocaravana de vuelta a España por vía marítima, dos años y medio después de iniciar su viaje.
Aprehensión de la droga y detenciones
Sin embargo, durante todo ese tiempo la UDYCO de Policía Nacional de Bilbao y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en el País Vasco habían mantenido un férreo control sobre los objetivos de la investigación.
En cuanto la autocaravana fue presentada ante la Aduana en el puerto de Barcelona, un equipo conjunto de ambas instituciones procedió a su inspección y descubrió un compartimiento oculto que, a su vez, escondía un doble fondo perfectamente disimulado que se había construido en los bajos del vehículo. Este doble fondo ocultaba 333 bultos, con un peso de 534 kilos de una sustancia que, una vez analizada con el narcotest, resultó ser cocaína de gran pureza.
Finalmente y ya en la fase ejecutiva de la operación, efectivos de la Unidad GOES y UDYCO de la Jefatura Superior del País Vasco, junto con funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en País Vasco efectuaron las dos detenciones.
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