«Los padres de Amara Berri Morlans no celebramos el estreno del nuevo patio, que por ahora parece que está lejos, y los niños tampoco porque las obras son un incordio. Esta obra empezó tarde y va lentísima», denuncia L.I, que lleva a una niña al citado colegio y ha hecho hoy unas fotos desde el exterior del centro.
«El jarro de agua fría», según explica, fue importante cuando los niños comenzaron las clases el miércoles 8 y se encontraron con un patio «que parecía la guerra». «En el Ayuntamiento dicen que las obras en los centros escolares se hacen en verano para que esto no ocurra, pero los vecinos del barrio hemos visto que aquí empezaron tarde y van lentos».
Con un tono bastante más positivo la concejala de Educación Ane Oyarbide manifestó a inicios de esta semana en las redes sociales que «ya puede verse» el resultado de uno de los proyectos de los presupuestos participativos de 2019, la renovación del patio de Morlans, que se ha hecho «desde un punto de vista inclusivo».
Anunció la concejala que el patio se podrá usar en octubre y que entre otros beneficios pretende una mayor relación de los alumnos con la naturaleza. De hecho habrá una huerta. También un anfiteatro de 65 plazas y tres zonas de juego diferenciadas y separadas por dos caminos. El presupuesto de la obra asciende a 290.000 euros. Para enviar imágenes a la sección Fotomatón: [email protected].
El nuevo patio del colegio Amara Berri Morlans, a punto de caramelo. Todo un conjunto de atractivos juegos en un proyecto «inclusivo, no solo respecto a las niñas sino al alumnado que tiene motivaciones diferentes a las deportivas» ha dicho la concejal de Educación @aneoyar pic.twitter.com/RBlCpTuz5u
— SocialistasDonostia (@SocialistasDono) September 11, 2021
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