En un encuentro populoso en Lasarte y con la manifestación del 23 F como evento reivindicativo más cercano, la plataforma anti incineradora GuraSOS denunció ayer en Lasarte el plan de comunicación que por parte de las instituciones que abanderan el proyecto habría acompañado al mismo desde que éste se puso en marcha.
Siempre según las informaciones de GuraSOS, el documento titulado ‘Cultura MedioAmbiental y Plan de Comunicación’ subraya de manera particular la necesidad de “minimizar los efectos de los grupos de oposición al proyecto” de la incineradora, entre los cuales incluye a “vecinos y grupos ecologistas”.
Entre las consignas más repetidas del documento aparecería la de “evidenciar la realidad del proyecto a los ojos de la sociedad”. El primero de los “objetivos de la comunicación” es, precisamente, según el documento, “desarrollar una estrategia con un plan informativo para que la sociedad visualice el proyecto como una realidad implantada y no reversible”.
Afirma GuraSOS que la carencia de la participación social en el proyecto de la incineradora representa una debilidad manifiesta para los autores del plan. En uno de los apartados señalan que “es necesario abordar la definición de un modelo de participación”. Aunque acto seguido matizan que su función ha de “centrarse”, por no decir limitarse, al “acceso a la información relativa a las plantas; la posibilidad de realizar sugerencias a los planes de seguridad; el control sobre funcionamiento, emisiones y resultados, y asumir el papel de interlocutor con el entorno social”.
El plan, en general, es un manual estructurado que en 25 páginas que parte de la observación de que “la comunicación pública es un factor estratégico de primer nivel para la adecuada gestión de un proyecto de las características del CMG1 de Zubieta”.
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