Ha pasado un mes desde el incendio en la calle Los Luises de Intxaurrondo y la familia de Karmele Ayestaran (con tres hijos de 17, 13 y 10 años) no ha podido volver a aún a su casa en una historia rocambolesca que reúne dos ingredientes poco amables: un seguro que no se responsabiliza del incendio en la antigua mercería reconvertida en local juvenil que ardió en la madrugada del 28 de junio y una ciudad «colapsada» en estas fechas en que resulta «tarea casi imposible» conseguir un piso en alquiler para alojar a la familia («dicho tal cual por personal del Ayuntamiento», explicó Karmele).
En la madrugada del pasado 28 de junio se produjo un incendio en la calle Los Luises de Intxaurrondo, concretamente en el número 29. El fuego comenzó por un local, una antigua mercería utilizada «como mínimo desde 2001 como local para jóvenes», explicaron los vecinos. No hubo heridos pero sí cuantiosos daños materiales. No sólo en el local, también en el primer piso donde habitaban hasta entonces Karmele, su marido y sus dos hijos.
«Desde el 28 de junio hasta ahora no ha habido luz en la casa. Ahora que la tenemos hay que entrar para ver qué se puede recuperar, pero no se puede vivir allí. El piso está destrozado por el fuego y por el agua de los bomberos. El suelo parece una montaña rusa, los muebles están negros, también los techos y las paredes…», explicó Karmele.
En un primer momento el Ayuntamiento ordenó que se apuntalara la zona afectada, «sin embargo después llegaron del seguro del local y dijeron que no hacía falta», explicó otro vecino afectado.
Comenzaron los problemas con el seguro y con la propietaria y tanto el interior del local como el exterior se mantuvieron «sucios, llenos de cascotes, sin tocar» hasta que los propios vecinos decidieron encargar que se apuntalara la vivienda «a cargo de la comunidad» y hacer ellos mismos la limpieza del local y de la calle.
El retirado de escombros sí fue cubierto por el seguro de la antigua mercería. «No así el apuntalamiento porque seguro de la propietaria del local insistía en que no había que apuntalar, pero nos exponíamos a que nos multara el Ayuntamiento», explicó al respecto Karmele.
La comunidad valora recurrir a la Justicia si el seguro del local o la propietaria no se hacen cargo de los gastos generados por el incendio, que prometen ser cuantiosos. «Están haciendo catas en la fachada para ver en qué estado se encuentra, ha habido que tirar una parte importante. Hablamos de desembolsos muy fuertes», expresó un vecino.
Piso para cinco
El alojamiento de los principales afectados tampoco está resultando más sencillo, si bien la presencia de los abuelos salvó la situación en un primer momento.
«La madrugada en que ardió el local vinieron de Servicios Sociales y ya nos dijeron que no encontraban nada. Pasadas las 9 horas (casi cinco horas después) nos ofrecieron un piso compartido, pero preferimos irnos a casa de mis suegros», explicó la vecina de Intxaurrondo. Las pérdidas materiales ha sido innumerables en su casa. De hecho no saben si podrán recuperar algo.
La familia volvió a contactar con Servicios Sociales del Ayuntamiento, donde les explicaron que no se hacen cargo de situaciones como ésta, «de hecho nos dijeron que no hay precedentes», y que trabajando los dos miembros de la pareja no hay ayudas para estos casos.
Más allá del pago del alquiler que tendrá que resolver la familia con su propio seguro («ya hemos recibido un adelanto para los primeros gastos») sí aspiraba Karmele a que desde el Consistorio les echaran una mano en la búsqueda de un piso dada la gravedad de la situación. «Nos dijeron que en este momento en Donostia hay viviendas turísticas o alquileres de larga duración. Nada más. Y que no podían ayudarnos. Si ellos no han podido hay que imaginar lo que nos ha costado a nosotros encontrar un alquiler», explicó Karmele.
Sin ayuda municipal y al borde de acudir a la Justicia por falta de acuerdo con la propietaria del local incendiado, Karmele encontró por mediación de terceros una vivienda también en Intxaurrondo a la que espera poder entrar en agosto sin siquiera haberla visto antes.
«Intxaurrondo no es prioritario»
Están convencidos los vecinos del número 29 de Los Luises de que si el local incendiado hace un mes hubiera estado en el Centro y no en Intxaurrondo «los problemas que han ido apareciendo después y sobre todo el adecentamiento de la zona, que tardó varios días y corrió a cargo de la comunidad, habrían sido menores. Sobre todo estamos seguros de que el Ayuntamiento habría echado una mano», expresó un vecino de otro piso cuya vivienda no ha resultado dañada, pero que está temiendo que los desembolsos que ya han comenzado terminen siendo inasumibles para la comunidad.
Inevitable ha sido para los vecinos comparar su situación con lo ocurrido en la calle Camino esta pasada semana en que diez viviendas fueron desalojadas por la aparición de grietas y la caída de un falso techo. «La presencia de los medios y las declaraciones de los políticos ya han marcado la diferencia», expresó un vecino. «Intxaurrondo no es prioritario».
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