«Pese a lo cercano de la fecha, el 16 de marzo, no nos hacemos la idea de que vamos a abandonar esta casa y no tenemos un plan B». Quien habla es Iñaki Setién, que junto a su mujer Rosa Mari tiene que abandonar su vivienda en la Avenida Ategorrieta 43 porque les resulta «imposible» hace frente a la subida del 33% del alquiler que impone la empresa Azora. Setién y su mujer reconocen que Azora tiene derecho a buscar la mayor rentabilidad, pero no entienden que todas las notificaciones sean por escrito a pesar de haber pedido en numerosas ocasiones una reunión en persona «para negociar». Ambos tienen un grado de discapacidad y trabajos conformes a este hecho.
Iñaki y Rosa pagan 750 euros de alquiler más gastos y están al día de los pagos. Y hay otro desahucio ya con fecha en su bloque: el de Alejandra, una mujer con tres hijos. En este segundo caso el motivo es el impago. El alquiler de Alejandra es de 890 euros al mes y tendrá que dejar su casa el 27 de abril.
Tres familias del entorno de Iñaki y Rosa Mari han abandonado sus casas en las últimas semanas por encontrarse en la misma situación esta pareja: incapaces de afrontar la subida del 33% del alquiler que exige Azora. Y a otras siete familias con los contratos terminados o a punto de hacerlo también les han pedido ya la citada subida.
«Apelamos al Ayuntamiento para que nos ayude a negociar con Azora y que nos encarezcan el alquiler con el IPC correspondiente», explica Setién, poco esperanzado de que la empresa opte por la negociación si no se involucra el Gobierno municipal.
El Consistorio donostiarra se ha mostrado activo respecto a los desalojos. En 2015 el pleno de la ciudad declaró a la ciudad ‘libre de desahucios’. Sin embargo poco más puede hacer el Ayuntamiento, en palabras del alcalde Eneko Goia, que mediar, cuando de situaciones legales se trata como en este caso.
Inquilinos Azora, Alokairu Benta Berri y Stop Desahucios han convocado este sábado 5 a las 11.30 horas una concentración en la plaza Pinares de Gros «contra la política depredadora de Azora». Azora, cabe recordarlo, compró Inmobiliaria Vascongada y adquirió con ello 300 viviendas en San Sebastián cuyos inquilinos viven situaciones de incertidumbre.
La familia de Rosa Mari, la mujer de Iñaki Setién, vive en esta casa de Ategorrieta 43 desde 1923, cuando fue construida. Pagando siempre al día un alquiler que estaba sujeto, hasta ahora, a las subidas correspondientes del IPC.
La Donostia de ahora, sin embargo, resulta más complicada. En todo caso Iñaki y Rosa Mari se aferran a la esperanza de que no tendrán que abandonar su casa el 16 de marzo.
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