«I,m not Madame Bovary es una historia muy china. No podría pasar en otro lugar del mundo», expresó el director del filme, Feng Xiaogang, durante la charla con los periodistas. Junto a él se encontraba Bing Bing Fan, la estrella más potente del cine chino, que explicó que si se metió en el papel de la protagonista fue porque «es una mujer con historias detrás y tiene mucho que contar».
I,m not Madame Bovary es la historia de un falso divorcio y del empeño de una mujer que se encuentra con que su marido se vuelve a casar. La novela fue escrita hace cinco años y lograr los derechos para llevarla al cine también ha necesitado mucho empeño por parte del director, que se encontró con muchas barreras para hacerse con los derechos. Por cierto que Feng Xiaogang no quiso responder si el Gobierno chino ha dado el visto bueno a su película, así que la pregunta se quedó sobrevolando la sala de prensa.
Aunque está basada en una novela, el director hizo hincapié en que la ficción «siempre procede de la vida real». Y defendió que en este caso hay una enorme conexión con situaciones que se dan en su país. Un país que a la hora de exportar cine se encuentra con el problema de las traducciones, explicó. Y es que culturalmente China parece aún muy alejada con sus códigos y su cultura ancestral. No todo es exportable, en su opinión.
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