Por Jon Pagola
2020 tenía toda las papeletas para convertirse en un gran año para Iker Piris. El músico donostiarra, uno de los más inquietos en nuestra escena de blues y r&b, había grabado dos álbumes –Solo y Electra, éste acompañado de sus compinches His Dual Electras– que se iban a presentar al público entre los meses de marzo y octubre. La pandemia ha chafado buena parte de sus planes, aunque confiesa que últimamente ha podido remontar un poco el vuelo con una serie de actuaciones veraniegas. Ir al blog
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