Buen cine japonés ha irrumpido en la sección oficial del Festival de San Sebastián con ‘Hyakka’/’A hundred flowers’ del director Genki Kawamura, presente en Donostia, quien habla en su película sobre la memoria (o más bien sobre el olvido) a raíz del alzheimer de una mujer de y la relación con su hijo. Kawamura cuenta en el filme con la actriz Mieko Harada, también en el festival estos días, quien puede presumir a haber trabajado en grandes películas e incluso a las órdenes de Akira Kurosawa.
Kawamura ha narrado esta mañana en rueda de prensa que sus vivencias con su abuela, víctima del alzheimer, le hicieron escribir la novela que ha terminado llevando al cine. Hablando con esta mujer, que recordaba hechos puntuales del pasado con enorme nitidez, Kawamura descubrió que «el sentimiento de culpa no se olvida» y se abre al final de la vida como las flores tan recurrentes durante el filme.
«Hablando con ella me contaba, por ejemplo, que el primer juguete que me regaló era un avión azul y yo creía que era un coche. Viendo fotos descubría que ella tenía razón y que a nosotros también se nos olvidan cosas», ha explicado Kawamura, yendo al fondo del filme.
Kawamura, que considera que una virtud del cine japonés es precisamente esa mezcla poética de sueño y realidad presente en la película, eligió para el papel de la mujer a Mieko Harada porque también tuvo su experiencia con el alzheimer (su madre padeció la enfermedad) y por su experiencia como actriz a las órdenes de grandes directores.
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