De «desesperado» por la situación que atraviesa se ha definido hoy un nutrido grupo de hosteleros gipuzkoanos en una protesta ante el Ayuntamiento donostiarra contra los horarios impuestos por la pandemia del Covid-19. En total cerca de 75 establecimientos del Territorio están representados en esta reivindicación dada a conocer hoy. No sólo se trata de bares nocturnos, también bares de pintxos, por ejemplo, que se consideran afectados por la medida de cerrar a la 1.30 ya que la gente decide en muchos casos no salir a cenar «si no hay copa después».
Desde La Cepa hasta el Minuto y medio, desde el Hamabost al Iguana pasando por el Sport, el Be Club o el Doka. Nombres todos muy conocidos del ocio gipuzkoano que «podrían desaparecer en muchos casos» según han expresado hoy los representantes de este grupo que no cuenta con Hostelería Gipuzkoa en este asunto.
La limitación de cierre a la 1.30 horas provocada por la Orden del 18 de junio de 2020 «no se ve justificada por falta de datos precisos que además no son transparentes», han denunciado los representantes del grupo. «Nada ha demostrado que de esa franja horaria surja uno de los focos responsables de la propagación del virus, máxime cuando con esta limitación se logra que el público se reúna en zonas no adecuadas como plazas o casas».
En este contexto los hosteleros critican los cierres de locales donde hay un solo positivo. «La hostelería es el único sector al que se le aplica esta norma».
«No solo se precinta el local como si de la escena de un crimen se tratara, sino que se mantiene cerrado obviando que el resto de los empleados ha dado negativo». Y consideran que llegado el caso también deberían cerrarse los centros comerciales, las empresas o las comisarías donde haya un positivo.
Los hosteleros concentrados hoy, que piden una mayor flexibilidad, exigen también saber hasta cuándo durarán las restricciones, cuáles será las compensaciones económicas e información sobre la prolongación de los ERTEs. Y se hanmostrado críticos también con la ‘no Semana Grande’ organizada por el Ayuntamiento donostiarra a partir del 8 de agosto.
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