Hoy se ha recordado a las primeras personas que fueron internadas en el campo de concentración de Gurs, Francia, cuando se cumplen 80 años de su apertura. Gurs fue destino de alrededor de 60.000 personas procedentes de 52 países de las cuales más de 6.500 fueron refugiadas de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa y Navarra que huyeron del régimen franquista entre el 39 y 40.
En su intervención, el Consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, ha reconocido el sufrimiento injusto que padecieron todas las personas que estuvieron internas en el campo de Gurs. Fueron víctimas de fascismos, personas pertenecientes a minorías sociales, políticas, etc. Erkoreka ha recordado el esfuerzo y la contribución que hicieron a la causa de la libertad, la justicia y la democracia y ha recalcado el deber ético de recordar y honrar a quienes padecieron el exilio. Además ha asemejado el dolor que sufrieron las personas que tuvieron que marcharse en la postguerra con la angustia que hoy padecen las personas que huyen de las guerras del mundo y migran desoladamente tratando de cruzar las fronteras de Europa en busca de un futuro mejor.
En el acto institucional celebrado en Gurs han participado, además del Gobierno Vasco, representantes de los gobiernos español y francés, del de Navarra y Aragón. Tras las intervenciones institucionales el grupo de danza contemporánea ‘Dantzaz’ de Errenteria ha representado una coreografía sobre la prisión y el exilio que sufrieron miles de personas en Gurs. Después las autoridades han Gurs han visitado la exposición de grandes fotos ‘Los Caminos del Exilio’ y han participado en el homenaje floral en el cementerio del campo de Gurs y frente a los monolitos vasco y navarro
El campo de Gurs, en sus inicios, fue un campo de refugiados construido en 1939 con el objetivo de albergar a combatientes republicanos de la Guerra Civil. A principios de 1939 personas refugiadas procedentes de Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Navarra fueron atravesando los Pirineos esperando encontrar una tierra de acogida en la Francia, entonces, republicana. Habían sufrido la derrota y, la mayoría, dejaron atrás a las familias y seres queridos. La primera estación fue la playa-campo de Argelés sur Mer, cerca de la frontera con Cataluña. Gracias a las gestiones realizadas por el Gobierno Vasco con las autoridades militares francesas, quienes procedían de Hegoalde pudieron agruparse en un espacio delimitado, propio, dentro del campo.
Sin embargo la estancia en Argelés fue transitoria. Las autoridades francesas decidieron distribuir a los refugiados en distintos campos y, así, llegaron a Gurs a principios de abril de 1939. Lo que creían que iba a ser un campo de acogida mejor acondicionado, en la práctica resultó ser un campo de concentración mejor organizado. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y tras la ocupación de Francia por parte de los nazis trasladaron allí a miles de judíos presos.
El campo de concentración de Gurs fue destino de alrededor de 60.000 personas procedentes de 52 países. Entre agosto de 1942 y febrero de 1943 seis convoyes transportaron a 3.907 de esas personas a Auschwitz. El campo se cerró el 31 de diciembre de 1945 y poco queda ya de él puesto que se destruyeron todos los barracones y en sus ochenta hectáreas se plantaron árboles.
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