(EFE). Dos días después de la concentración celebrada en San Sebastián para condenar el crimen de Lukas Agirre en la mañana del día de Navidad, cientos de personas se han vuelto a reunir en Hernani, la localidad del joven, para expresar la repulsa por su muerte violenta y arropar a su familia.
La plaza de los Gudaris del municipio guipuzcoano se ha llenado para mostrar el rechazo al homicidio y el dolor que ha supuesto para el pueblo la muerte de este joven de 24 años a causa de las cuchilladas que recibió, presuntamente de otro chico de su misma edad que este miércoles ingresó en prisión por orden del juez, quien dejó en libertad provisional a otros dos supuestos implicados.
Como el martes, la madre de Lukas Agirre se ha sumado al acto y ha agradecido las muestras de cariño recibidas por su convecinos, entre ellos los amigos del joven fallecido, que han desplegado una pancarta con el lema en euskera «Lukas, para siempre en nuestros corazones», en cuyo reverso han dejado escrito su pésame y su firma algunos de los participantes.
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