La Asociación de Vecinos de Ulia ha visto en las últimas semanas cómo el proyecto que ha obtenido su rechazo desde el primer momento, el del nuevo edificio del Basque Culinary Center en Manteo, se hace realidad trámite a trámite. De hecho es probable que las obras del modernísimo GOe (Gastronomy Open Ecosystem) empiecen antes de final de año.
Tras el pleno del pasado 30 de marzo en que solo PNV y PSE votaron a favor del plan especial de la zona ante la abstención de EH Bildu (bastante comentada) y el rechazo de PP y Elkarrekin Donostia, cabía pensar que Félix Soto, la cara más visible de la asociación de Ulia, enfocaría sus críticas en otra dirección.
Sin embargo los vecios de Ulia insisten: «Es un despropósito». Inciden en que las alegaciones no les fueron respondidas y en que fueron ignoradas «las alternativas» que presentaron a la ubicación y que pasaban, sobre todo, por aprovechar los 3.700 metros cuadrados que sobraron en Miramon tras la construcción del primer edificio del BCC y hacer la correspondiente ampliación.
También reiteran lo que puede suponer la pérdida de espacio verde para el vecindario, así como que «solo el 20% de las viviendas que se van a construir serán protegidas». Y que lo más lógico hubiera sido esperar a la revisión del plan general para no tener que hacer una adaptación a la carta.
Opinión popular
Como era esperable no se celebró el referéndum que exigían, pero Soto incide en que tampoco se ha tenido en cuenta «el rechazo» que ha generado el proyecto en parte importante de la población y especialmente en Gros. Y recuerda que en Change.org se contabilizan 3.700 firmas contrarias al proyecto, además de las correspondientes alegaciones contrarias a ceder el espacio público a la Universidad de Mondragón.
Desde la asociación defienden que hay una «oposición mayoritaria al proyecto», cuyo diseño fue presentado con alharacas el 13 de mayo de 2022. No es para menos, ya que lo ha diseñado el estudio de arquitectura danés BIG (Bjarke Ingels Group), que es el mismo que diseñó el el famoso NOMA de Copenhague. El estudio va de hito culinario en hito culinario.
Cabe recordar que el presupuesto previsto es de 26 millones: el Gobierno Vasco aporta 18, la Diputación de Gipuzkoa 6 y el BCC, 2. Por su parte el Ayuntamiento de San Sebastián ha donado la ahora polémica parcela de 5.500 metros cuadrados en la avenida de Navarra.
Sin embargo Félix Soto insiste en que el super edificio se insertará en un terreno cuyo objetivo era el equipamiento para jóvenes y mayores y nunca tuvo financiación para su desarrollo.
«Esperamos que la sensatez se imponga», dicen los vecinos de Ulia, «sin necesidad de recurrir a los tribunales de Justicia porque existen argumentos suficientes».
El GOe no estará solo en ese enclave. Tal y como explicó en su día el alcalde Eneko Goia el subámbito se divide en cinco parcelas. «De este modo se consolidan las dos edificaciones existentes (la casa de cultura de Okendo y el Instituto Xabier Zubiri Manteo) y se le suma el GOe. «Y también están previstas dos edificaciones situadas en los laterales del ámbito destinadas a alojamientos dotacionales (90 alojamientos para personas mayores y jóvenes)».
Desde la Asociación de vecinos de Ulia insisten en que son muchas las voces contrarias y de hecho el grupo popular en el Ayuntamiento donostiarra votó en contra del plan especial (también lo hizo Elkarrekin Donostia) alegando entre otros puntos «la movilización ciudadana» contra el proyecto. También que ese mismo proyecto que sí gusta el Partido Popular y no critica la Asociación de Vecinos de Ulia podría ubicarse en otro punto de la ciudad con más necesidad de dinamismo. Más sobre el GOe, aquí.
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