La Asociación Naturalista Haritzalde exige la protección de la cuenca del Añarbe “como mejor garantía para la calidad del agua y de la salud”. Estos días de fuerte lluvia el mar ha tornado a un tono marrón por la pérdida de suelo fértil según la asociación. Aseguran que en el entorno de Añarbe se “siguen realizando cortas mediante matarrasa, que arrasa con todo, también con el suelo, que acaba en el embalse”. Este tipo de corte consiste en al extracción total de todos los árboles.
Desde Haritzalde solicitan una cuenca de Añarbe como la de Artikutza, donde “se protegió la cuenca y el bosque que la rodea es el mejor cuidador”. Explican que en Gipuzkoa las pendientes de los montes son pronunciadas, pero desde la Diputación Foral de Gipuzkoa no dejan de “impulsar los monocultivos de ciclo corto, llenan los montes de pistas, cortan a matarrasa y emplean maquinaria pesada”, dando lugar a montes sin vegetación y con una tierra fértil que, “se pierde a raudales con las primeras lluvias fuertes”.
“El coronavirus ha dejado en evidencia la necesidad vital de un cambio profundo. Ya es hora de apostar por los bosques autóctonos, de dejar de lado los monocultivos y sistemas de explotación intensivos y agresivos”, aseguran desde la asociación, que reivindica la prohibición o limitación de este tipo de corte para la protección del suelo y la red hidrológica.
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