El Ayuntamiento de Donostia ha presentado el protocolo Haizeak, diseñado para ofrecer una respuesta coordinada y eficiente frente al riesgo por viento. Se activará cuando Eolo sople por encima de los 100 Km/h. El concejal de Protección Civil, Martín Ibabe, cree que ya se estaban tomando medidas efectivas, pero las nuevas lo serán más, y buscarán minimizar daños personales a la par que la ciudad siga en marcha.
La velocidad del viento será la que determine las distintas situaciones y maneras de actuar. Hasta 80 Km/h se considera que la ciudad vive una situación de normalidad. A partir de rachas máximas de entre 80 Km/h, hay dos posibilidades:
Fase de alerta (80 a 100 Km/h): se previene a todos los servicios municipales internos y externos (Guardia Municipal, Movilidad, Bomberos, Mantenimiento y servicios urbanos, Prensa, Fomento…), con el fin de que se intensifique la vigilancia de las zonas y los elementos más vulnerables de la ciudad.
En esta fase están prohibidas las quemas, no se cerrarán los parques y se realizará vigilancia especial de zonas expuestas y vulnerables, así como sobre instalaciones y actividades vulnerables y susceptibles de generar riesgo en la vía pública. Ejemplo de esto son contenedores, obras, grúas, andamios, aleros, marquesinas, carteles, vallas, terrazas…
Fase de Emergencia (más de 100 Km/h): Protección Civil procederá al análisis, evaluación y clasificación de la situación. Una vez clasificado, se activará el protocolo Haizeak:
– Se cerrarán parcial o totalmente los parques de Aiete, Cristina Enea, Urgull y Miramar. Cuando termine la alerta, se evaluará su estado. Además, se prevé para febrero la instalación de señales en sus accesos, advirtiendo del riesgo de circular por los mismos en días de fuertes vientos, así como indicando el cierre si lo hubiera.
– Se intensificará la vigilancia de zonas expuestas y vulnerables, así como sobre instalaciones y actividades susceptibles de generar riesgo en la vía pública: contenedores, obras, grúas, andamios, aleros, marquesinas, carteles, vallas, terrazas…
– Se avisará a la población por medio de la web municipal, los Servicio de Alerta y las redes sociales. Además, como medida preventiva, se reforzarán los medios o recursos activados habitualmente.
Datos de 2015 a 2017
Analizado el periodo de 2015 al 2017, se concluye que la ciudad sufre las consecuencias por fuertes vientos una media aproximada de 25 días al año (23 por Aviso Amarillo y dos por Alerta Naranja). Estos avisos por vendaval se reparten durante prácticamente todo el año, si bien es durante los tres meses invernales cuando se concentra el 65%, con vientos que suelen tener componente Noroeste y venir acompañados de temporales, lluvias y tormentas.
Un 37% de las intervenciones por viento durante esos tres años se produjeron por desplazamiento de contenedores; un 19%, por caída de árboles y ramas; otro 19%, por el movimiento de diversos elementos o materiales como vallas, toldos, sombrillas, farolas o semáforos; y un 25% son las producidas en las obras (andamios, grúas, vallados, casetas de obra, etc…) y edificios (cubiertas, ventanas, repisas…), y sus consecuencias derivadas: caídas de material a la vía pública, caída de cascotes, derribo de grúas y andamios, etcétera.
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